Opinión

12 Horas para sobrevivir: El año de la elección

Por Mario Eduardo Durán


No lo podrán negar los amantes de las películas de este género, pero desde que en su momento llegó a nosotros "La Purga" o lo que en aquí fue "La noche de la expiación" la adrenalina subió a niveles nunca antes vistos en una cinta llena de violencia, sangre y horror. La idea era totalmente atractiva, algo con lo que muchas personas pueden soñar, pero de lo cual sabemos no puede existir, bueno, con este mundo tan cambiante uno no nunca sabe.

Sentimos una especie de culpa al ver esta cinta, la cual nos regaló una segunda entrega que en México se llamó "12 horas para sobrevivir" esto debido a que la primera jamás vio la luz en las salas de cine, brindándonos más emociones, llenas de sed de venganza en la que los humanos solo un día del año, durante toda la noche, continúan haciendo justicia por propia mano de todos aquellos con los que busquen saldar cuentas, con un grado total de violencia inimaginable, el cual no es castigado de realizarse en dichas horas, y mucho menos, es sentenciado.

Una situación completamente disparatada y después de lograr hacerse de varios fans, nos lleva a "La Purga 3", claro ahora en México titulada "12 horas para sobrevivir 3: El año de la elección", lo curioso aquí es que debido a los bautizos mortales, porque siempre nos han considerado poco aptos para entender los títulos originales, nos hace preguntarnos dónde quedó la segunda parte, ya que por nombre no lleva la misma secuencia, pero lejos de eso, se llame como se llame, lo que agrademos en el que tengamos con nosotros la continuación de esta historia.

El ex sargento de la policía Leo Barnes (Frank Grillo) trabaja como máximo responsable del personal de seguridad de la senadora Charlie Roan (Elizabeth Mitchell), candidata a la próxima elección presidencial. Ya han pasado dos años desde que Barnes tomara la decisión de no vengarse del hombre que mató a su hijo y su vida prosigue con normalidad. Pero ahora tendrá que enfrentarse a un importante evento, La Purga, un ritual anual en el que, durante doce horas, absolutamente todo está permitido, incluidos delitos como el robo y hasta el asesinato. En opinión de Roan, es una tradición que podría perjudicar sobre todo a los necesitados y a los inocentes. A medida que la noche más peligrosa del año se acerca, la vida de la senadora corre peligro y Barnes tendrá que intentar mantener a su equipo con vida hasta el amanecer o serán sacrificados por sus pecados contra el Estado.

En esta parte, James DeMonaco, guionista y director de las dos anteriores entregas, repite al mando de esta tercera, que de nuevo vuelve a tener como protagonista a Frank Grillo, mientras que el reparto lo completan nombres como Elizabeth Mitchell, Mykelti Williamson, Raymond J. Barry, Edwin Hodge y Terry Serpico, todos propensos a los más brutales actos, con máscaras transformadas en diabólicas.

Y después de la tradicional alarma, en la que todos se resguardan en sus casas activando lo máximo en seguridad posible, es como da inicio el infierno efectuado por los propios humanos, almas que solo buscan perjudicar al de junto, apoderados por la envidia, el odio, la mentira y los rumores, tomando venganza por sí solos ante enojos del pasado y situaciones que nunca perdonarán hasta ver caído, por momentos, al propio amigo.

Una película solamente recomendable para quienes han aceptado las dos primeras, ya que no es precisamente para todo público; muy pocos tienen el estómago necesario para gozar cada una de las secuencias violentas que aquí se muestran, lo que la convierte en una cinta verdaderamente enferma.