Opinión

Pemex: el desmadre de Morena

Por Luis Pazos

La empresa estatal petrolera no ayuda a los mexicanos, los empobrece; no garantiza la soberanía, la reduce.


Busqué en el diccionario de la Real Academia Española qué adjetivo es el más adecuado para señalar una situación económica como la del monopolio estatal petrolero mexicano, y me marcó el término desmadre, cuyos principales sinónimos son: desorden, caos, abuso y exceso.

Pemex es la empresa petrolera más endeudada del mundo, debe 106 mil 800 millones de dólares.

El gobierno de Morena no es el único en el cual genera pérdidas Pemex, pero sí cuando más aumentaron.

Del 2013 al 2018, Pemex perdió 12 dólares por cada barril de petróleo; del 2019 a septiembre del 2023, 32.2 dólares, pérdidas 168.3 por ciento mayores que en el gobierno anterior.

Del 2019 al primer trimestre de 2024, Pemex recibió, vía apoyos directos del gobierno federal, 1.75 billones de pesos (Imco).

Pemex es una costosa carga para los mexicanos. No aporta ni cinco centavos netos a las finanzas del gobierno, quien le redujo casi totalmente el pago de impuestos, que son mucho menores a los miles de millones que le transfiere el gobierno a ese monopolio para cubrir sus pérdidas y deudas. Del 2019 al 2022, Pemex perdió 31 mil 500 millones de dólares y recibió subsidios equivalentes al 4 por ciento del PIB.

Vende gasolina más cara y de menor octanaje que empresas privadas petroleras en EU que ganan dinero.

Del 2019 al 2023, la Secretaría del Bienestar en pensiones para adultos mayores, cuya principal función es ayudar a los pobres, gastó mil 243.9 millones de pesos, cantidad menor a la que recibió Pemex por pérdidas y subsidios en los mismos años: mil 397.9 millones de pesos.

Pemex, en 2023, importó más derivados de petróleo, entre ellos gasolinas, por 51 mil 754 millones de dólares, mayores que sus exportaciones, 33 mil 218. Su déficit en balanza comercial fue de 18 mil 336 millones.

Según datos de la Auditoría Superior de la Federación, en Pemex, al 2022 había 799 millones de pesos sin destino claro.

La calificadora Moody’s, después de analizar su situación económica, le bajó la calificación de B1 a B3. Significa más riesgo de no pagar sus deudas y caer en la insolvencia.

La empresa estatal petrolera no ayuda a los mexicanos, los empobrece, no garantiza nuestra soberanía, la reduce.