Hemos estado viviendo momentos intensos, los actores políticos han tomado la escena por su cuenta y nos han deleitado con una serie de contradicciones y de faltas de respeto.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, debemos entenderla con toda claridad como una institución jurídica que limita el ejercicio del poder, está diseñada bajo un principio de equilibrio, equilibrios de los poderes que constituyen el Estado mexicano.
Y lo hace a través del derecho y con ello reconoce la consagración de los derechos fundamentales establecidos en un mecanismo de tutela y protección de esos derechos humanos, de esas garantías que tenemos todas y todos los mexicanos.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es el reflejo de un acuerdo político y social, en el momento histórico que vivimos.
La Constitución Mexicana es vigente en este momento y nadie está por encima de ella.
La ley es fundamental para poder hacer realidad la Constitución, son las formas equilibradas mediante las cuales nos debemos comportar gobernantes y gobernados. Hoy día pareciera ser que las cosas se han invertido, un exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación nos dice que se retira para ejercer su “auténtico derecho de libertad”, pero lo hace en una condición de acercamiento ideológico, mismo que no tendría ninguna importancia ni interés si no fuese porque el jefe del Ejecutivo Federal lo exhibe desde la mañanera, y ahí dice, palabras más palabras menos, que hablaba con el exministro cuando presidía la Suprema Corte de Justicia de la Nación para poner orden en los jueces, palabras más palabras menos. Después el ministro en retiro sale y dice que no es cierto lo que el presidente ha dicho.
Me parece que ese es un debate innecesario, cuando todas y todos los mexicanos tenemos la obligación moral y ética de respetar y hacer que se respete, desde la ciudadanía, nuestro pacto político, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En los próximos días iniciarán las campañas electorales y es la Constitución el marco fundamental para que las leyes electorales puedan transitar hacia la búsqueda de la simpatía electoral en la disputa por 20 mil 367 cargos de elección popular que están en disputa a lo largo y ancho del país y se definirán en más de 170 mil casillas electorales con un millón y medio de autoridades electorales de ciudadanía.
Son los ciudadanos los que hacen la elección, el INE administra el procedimiento.
A partir del día primero de marzo iniciará un nuevo debate en México, debemos exigir desde la ciudadanía que se respete nuestra Carta Fundamental, nuestra Carta Magna, orgullo de nuestra idiosincrasia, orgullo de ser mexicanos.
