Opinión

A 32 años de la concertacesión, cuando el PRI cedió la gobernatura de Guanajuato

Por Artillero / Moisés Hernández Yoldi


El próximo 26 de septiembre se cumplen 32 años de lo que Francisco Cárdenas Cruz, en su columna de El Universal, llamó una “Concertacesión”

Luego de ganar la elección gubernamental, Ramón Aguirre Velázquez declinó ocupar el cargo para así dar inicio a lo que sería la hegemonía panista en Guanajuato.

A poco más de tres décadas de la llegada al poder del PAN en Guanajuato, persisten muchas preguntas sobre lo qué pasó en realidad en la llamada “concertacesión”.

Ese pasaje histórico de Guanajuato, fue un parteaguas en la vida política “democrática” de nuestro país y que a la postre daría pasó a la primera alternancia, luego de más de 70 años del PRI en el poder.

Hagamos memoria, el 18 de agosto de 1991 se realizaban elecciones para elegir gobernador en Guanajuato, los candidatos eran: por el PRI, Ramón Aguirre, por el PAN, Vicente Fox y por el PRD, Porfirio Muñoz Ledo.

Tres años atrás, Ramón Aguirre había perdido la candidatura a la presidencia con Carlos Salinas. Por su parte, Vicente Fox, recién terminaba la diputación federal y tras el triunfo de Aguirre, alegó fraude electoral y emprendió una batalla para impugnarla la elección.

Las urnas dieron por ganador a Ramón Aguirre, con 53% de los votos, en tanto que Fox alcanzó un 35.5%.

Ante este escenario, el presidente Salinas decidió intervenir y utilizó esa elección para negociar posiciones y acuerdos con el PAN a cambio de ceder la gubernatura y sacrificando a Ramón Aguirre, con quien mantenía un distanciamiento luego de la contienda presidencial.

Por el PAN los negociadores fueron Luis H. Álvarez, que en ese entonces era el presidente del partido, Carlos Castillo Peraza y Diego Fernández, líder de la fracción azul en la Cámara.

El acuerdo cedía la gubernatura pero no a Vicente Fox, fue así como surgió la oportunidad para un un “tercero en discordia”, que sería Carlos Medina Plascencia, cuya esposa era amiga de Cecilia Occelli, mujer de Carlos Salinas.

Medina se vio beneficiado por esa relación y a la postre resultó el elegido para ocupar la gubernatura de Guanajuato, a ese capítulo se le llamó “la concertacesión”.

Ese pasaje de la historia moderna de México ha sido objeto de múltiples análisis y a lo largo de los años es considerado como la antesala a la alternancia del poder.

El encargado de ejecutar la operación fue el Secretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios, quien le pidió a Ramón Aguirre que declinara porque el presidente “tenía muchas presiones” y necesitaba establecer acuerdos con el PAN, para avanzar en la agenda legislativa y abrirle paso a las reformas y privatizaciones que su gobierno impulsaba.

Al final, Aguirre no tuvo otra opción más que ceder a las presiones del presidente y terminó declinando por “el bien del país”.

Todo quedó en manos del Congreso y fue este quien designó a Carlos Medina como gobernador interino.

El pacto quedó consumado el 26 de septiembre de 1991 cuando Carlos Medina Plascencia protestó al cargo como gobernador interino ante el nuevo Congreso local, y con la presencia del presidente Carlos Salinas de Gortari.

Posdata:

La palabra “concertacesión” no existe en el diccionario y está compuesta por los vocablos, concertar y ceder.

Según el diccionario electoral de México, la concertacesión es el acto de concertar, negociar, pactar y ceder posiciones y beneficios políticos.