Un grupo de empresas contratistas que prestan servicios de mantenimiento a la refinería de Minatitlán, así como a los complejos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, protestan desde este martes frente a la Torre de Petróleos Mexicanos (Pemex), ubicada en la Ciudad de México. La manifestación se debe a adeudos millonarios correspondientes a trabajos realizados durante 2024, que no han sido cubiertos por la empresa productiva del Estado.
La protesta está encabezada por miembros de la Alianza Empresarial Salina Cruz al Servicio de México, entre ellos Luis Carlos Martínez Lara, quien declaró que la deuda total asciende a 367 millones de pesos, afectando directamente a nueve empresas contratistas.
“Hemos intentado por diversos medios tratar de llegar a algún acuerdo o por lo menos que nos digan una fecha de pago. A nosotros se nos adeuda 367 millones de pesos. Somos nueve empresas y, por desgracia, ya ha llegado a la zona de Salina Cruz o del Istmo; muchas familias dependen de nosotros y ahorita está colapsada la economía”, señaló Martínez Lara en entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva.
Aunque la movilización fue convocada principalmente por contratistas de Salina Cruz, los empresarios destacaron que la refinería General Lázaro Cárdenas de Minatitlán, en Veracruz, es uno de los complejos más golpeados por la falta de pagos. Las empresas aseguran que han seguido cumpliendo con sus obligaciones laborales, técnicas y de seguridad, a pesar de que Pemex no ha emitido los pagos acordados.
Martínez Lara advirtió que si no se establece un canal directo de diálogo con el director de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, las protestas se podrían intensificar y escalar hacia bloqueos de instalaciones estratégicas en el sur del país.
Los representantes empresariales exigen que la dirección general de Pemex establezca una mesa de diálogo urgente para definir fechas concretas de pago. De lo contrario, aseguran, miles de empleos directos e indirectos estarían en riesgo, especialmente en municipios altamente dependientes de la industria petrolera como Minatitlán.
Los empresarios advirtieron que la falta de liquidez ha comenzado a impactar a nivel comunitario. En regiones como el Istmo de Tehuantepec y el sur de Veracruz, muchas familias que dependen del empleo generado por las contratistas están enfrentando ya situaciones de precariedad económica.
La deuda con estas empresas no solo compromete la estabilidad financiera del sector privado local, sino que también amenaza con frenar los procesos de mantenimiento clave en instalaciones estratégicas para la seguridad energética nacional.