La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo insistió en que no se puede culpar a nadie mientras no se demuestre lo contrario, en relación al caso que involucra al ex gobernador Adán Augusto López y su ex secretario de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena.
A la mandataria se le cuestionó en la mañanera de este martes por una reportera de Proceso sobre la gravedad de nombrar con un cargo en seguridad a una persona de la que se tenían informes de supuestos nexos con la delincuencia desde 2006.
Esto porque el mismo Augusto López afirmó que conocía bien de la trayectoria de Hernández Requena, sabía quien era y que nunca sospechó de él cuando lo nombró, "¿No es grave este asunto?" -Preguntó la comunicadora.
Tras guardar silencio algunos segundos, Sheinbaum Pardo reiteró que no le corresponde decir si es culpable o no, ya que la Fiscalía General de la República debe continuar con las investigaciones.
La comunicadora insistió si esto fue omisión o complicidad, a lo que la mandataria respondió: "Es tu opinión..." e insistió en que la carpeta de investigación está abierta y no se protegerá a nadie.
Desde el comienzo de la intervención de la comunicadora la titular del Ejecutivo se puso a la defensiva al comentar: "¿hacia dónde va tu pregunta... cuando Adán fue gobernador'", y continuó: "Todo mundo tiene derecho a dar su versión" mientras no se demuestre lo contrario.
Por último insistió en que de la carpeta de investigación deberán surgir los elementos que orienten a la culpabilidad de una persona, con pruebas, porque así es el sistema acusatorio y no es por la subjetividad de alguien que dice que "a lo mejor es posible".
