"La presidenta insiste, y está en su derecho, en el tema del rescate bancario que formó parte de la respuesta a la crisis financiera que tuvo que enfrentar mi gobierno. Que lo haga, pero sin incurrir en falsedades ni calumnias", volvió a responder el expresidente Zedillo a Claudia Sheinbaum.
A continuación el texto emitido por el ex mandatario mexicano:
"La presidenta Sheinbaum sigue incurriendo en calumnias e insultos para evitar enfrentar su grave responsabilidad como cómplice de la muerte de la democracia mexicana y la construcción de un estado policial con el que más pronto que tarde los mexicanos que no acepten el nuevo régimen de tiranía con partido hegemónico como en los viejos tiempos, serán silenciados y reprimidos.
Trata de anular a un mensajero de la noticia de la muerte de nuestra democracia –un servidor, suponiendo que así se distraerá la atención de las felonías contra la democracia cometidas por López-Obrador, su partido y demás cómplices.
Reitero, desde que denuncié el pasado 15 de septiembre la supuesta reforma judicial y demás acciones del gobierno de Morena contra la República, sabía que reaccionarían con difamaciones e injurias. Tenía claro que romper el silencio que me auto impuse como expresidente para no opinar públicamente sobre los asuntos de nuestro país, tendría un costo significativo. Pero siempre he tenido claro que hay algo mucho más importante que la condición y comodidad personal: México y la defensa de su democracia.
Entre otras cosas, la presidenta me acusa de contar con una pensión de la institución a la que serví muchos años. Ese beneficio fue acordado con posterioridad a mi gobierno; al determinarlo, la institución cumplió con lo dispuesto en la ley que la regula; y supongo que ese acuerdo reconoció los servicios que presté a la misma.
Entre otras responsabilidades, me correspondió encabezar la renegociación de la deuda externa de multitud de empresas productivas generadoras de miles de empleos, cuya viabilidad para seguir funcionando estaba en duda al estallar la crisis financiera de 1982. Cuando el mecanismo que --con la colaboración de varios colegas del banco central-- concebí, negocié con los acreedores extranjeros, promoví entre las empresas endeudadas y administré-- por fin alcanzó su objetivo de reestructurar y reducir los pasivos correspondientes, el mecanismo fue debidamente liquidado y pudo entregar a las finanzas públicas un remanente por varios miles de millones de dólares.
A diferencia de otros instrumentos y empresas estatales, el FICORCA (que así se conocía dicho mecanismo) generó utilidades y no costos al estado mexicano. No me apeno aceptar la jubilación acordada y simultáneamente renunciar a mi pensión como expresidente. En retrospectiva fue una decisión acertada; al llegar López-Obrador a la presidencia, de manera arbitraria y grosera, dispuso la cancelación de las pensiones, la seguridad y cualquier apoyo administrativo conferidos a los expresidentes del país.
Ante la insidiosa e ilegal referencia de la presidenta Sheinbaum a mi pensión del Banco de México, cabe demandarle que aclare con todo detalle el fundamento jurídico y el costo de los enormes beneficios que goza López-Obrador en su simulado retiro con cargo al erario público. El ocultamiento de esta información seguramente ayudó a tomar la decisión de desaparecer al Instituto Nacional de Transparencia.
La presidenta insiste, y está en su derecho, en el tema del rescate bancario que formó parte de la respuesta a la crisis financiera que tuvo que enfrentar mi gobierno. Que lo haga, pero sin incurrir en falsedades ni calumnias. También pudiera ocuparse en pensar qué haría ella de enfrentar el riesgo de quiebra del sistema bancario y con ello de la economía del país. Confío en que aún a costa de su popularidad personal, tomaría graves decisiones para evitar esa quiebra y asimismo cumplir con la ley que protege los depósitos bancarios, sin reparar en el oportunismo de quienes gustan de lucrar políticamente de cualquier circunstancia. Asimismo, quiero insistir, que como se hizo con el rescate del sistema bancario, vea ella misma que se realicen auditorías independientes y profesionales de la destrucción del aeropuerto a medio terminar para la zona metropolitana de la ciudad de México, la refinería de Dos Bocas y el tren Maya. Se debe saber cuánto costaron y que beneficios se perdieron con esos caprichos de López-Obrador.
Es lamentable que la presidenta siga defendiendo la extinción del poder judicial federal independiente y profesional (sin duda, con aspectos mejorables) para sustituirlo por otro integrado -- mediante una farsa vergonzosa de elecciones—con jueces que serán empleados e incluso familiares de quienes controlan a los poderes ejecutivo y legislativo, y peor aún como ya está siendo acreditado, individuos vinculados al crimen organizado. Al consumarse este criminal engaño quedará liquidada la democracia mexicana y Morena tendrá todos los instrumentos para coartar los derechos fundamentales de los mexicanos, como he venido sosteniendo desde el pasado septiembre y reiteré en el artículo en Letras Libres donde explico la gravedad del atentado que ha sufrido la República".