Sabemos que lo más abundante de nuestro país son las bellezas naturales, los enclaves históricos y las encantadoras ciudades que por su ubicación y su pasado combinan las dos atracciones. De muchos posibles, hay dos ejemplos perfectos de lo que decimos, ubicadas en distintos Estados, pero de fácil acceso, muy bien comunicadas y con una infraestructura turística que permite una grata visita. Porque no todo en el país azteca es la gigantesca Ciudad de México (o DF), Acapulco o Cancún. Hay mucho más, y vale la pena verlo.
Es un enclave urbano sobre el océano Pacífico, pero rodeado de montañas. Eso solo ya es un atractivo en sí mismo. Mazatlán es una ciudad del Estado mexicano de Sinaloa, siendo cabecera del municipio homónimo. Y no en vano la llaman “La perla del Pacífico”. Tiene un litoral de 21 kilómetros de longitud, clima cálido y húmedo, ricas fauna y flora típicamente tropicales, y está enmarcada por la Sierra Madre Occidental, lo que le da una superficie accidentada.
Su clima es cálido y de humedad sostenida, siendo su temperatura promedio anual de 25 °C. Como no puede ser de otra manera, sus atractivos turísticos más importantes son las playas. También su estupendo centro histórico, su carnaval y la gastronomía típica, las discotecas, restaurantes, pubs, y una intensa vida nocturna. Los hoteles en Mazatlán, y hospedajes en general son más de 800. Fue fundada en 1531, por el capitán español Martín Hernández de Córdoba.
Taxco es una ciudad mexicana ubicada en el Estado de Guerrero, cuyo nombre oficial es “Taxco de Alarcón”. Se trata de un pueblo famoso internacionalmente por su riquísima tradición en la orfebrería de la plata (mineral que fue un imán para los conquistadores españoles) y su preciosa arquitectura colonial.
De su geografía, destacamos que se ubica en las laderas del cerro Atachi, tiene un clima moderado y no muy húmedo, con vegetación de bosque mixto adaptada a las características montañosas. Su clima es templado, con una temperatura media anual de 18 °C y una precipitación media anual de 1200 milímetros. Los meses más cálidos son abril y mayo, mientras que los más lluviosos son junio y septiembre.
Entre sus atractivos turísticos más importantes vemos las iglesias: por ejemplo, la Parroquia de Santa Prisca y San Sebastián; o las magníficas casonas coloniales (se destacan la “Casa Humboldt” y la “Casa Borda”) un teleférico, las visitas a las minas precolombinas y sus negocios de joyería de plata, el gran crédito local. Los hoteles en Taxco (y alojamientos en general) son alrededor de 75, de todas las categorías. Y abundan los restaurantes, museos y galerías de arte.
La colonización empezó en 1529, cuando el conquistador español Rodrigo de Castañeda llegó y vio las minas de plata explotadas por los indígenas. Más tarde, el fundador de la ciudad fue José de la Borda, que dio impulso al desarrollo económico y cultural de Taxco en el siglo XVIII.