Al menos trece personas recibieron atención médica por inhalación de humo como consecuencia del incendio que tuvo lugar este jueves en la cumbre climática de la ONU (COP30), en la ciudad de Belém, en la Amazonía brasileña.
El Gobierno de Brasil, anfitrión de la cita, informó en una nota que el estado de las personas intoxicadas "está siendo monitoreado", sin dar mayores detalles.
Previamente, el gobernador del estado brasileño de Pará, Helder Barbalho, y el ministro de Turismo de Brasil, Celso Sabino, informaron a los periodistas que no había habido heridos.
La COP30 vivía este jueves su penúltima jornada, cuando se vio interrumpida por un incendio que se originó en la llamada Zona Azul, donde tienen lugar las negociaciones y se encuentran los pabellones de los países y las organizaciones internacionales participantes.
El fuego comenzó en concreto en el expositor de la Comunidad del Este Africano, según relató a EFE un testigo, y fue controlado por los bomberos en "aproximadamente seis minutos", causando "daños limitados", de acuerdo con las autoridades.
Antes, se evacuó a las prisas a las decenas de personas que estaban en esa zona de la cumbre climática, que empezó oficialmente el pasado día 10 y está previsto que finalice este viernes.
El personal de seguridad aisló el recinto y ordenó la evacuación por las salidas de emergencia de todos los asistentes, lo que generó algunos momentos de tensión, según pudo comprobar EFE.
Las causas del incendio aún son desconocidas, aunque las primeras fotos de la pericia divulgadas por el grupo Globo muestran una extensión múltiple con varios cables conectados calcinados donde supuestamente empezaron las llamas.
El Gobierno brasileño y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) decidieron de manera conjunta suspender los trabajos de la COP30 al menos hasta las 20:00 hora local de este jueves (23:00 GMT) y así dar tiempo a los bomberos a realizar una "evaluación completa" sobre el estado del recinto.
"Agradecemos la cooperación y la comprensión de todos los participantes, mientras priorizamos la seguridad de todos los involucrados", indicó la Presidencia brasileña.
La COP30 de Brasil encaraba este jueves una penúltima jornada clave para destrabar las negociaciones sobre adaptación climática y una serie de hojas de ruta para abandonar los combustibles fósiles y acabar con la deforestación.
Los meses previos a la celebración de la cumbre estuvieron marcados por los graves problemas logísticos de Belém, puerta de entrada a la Amazonía brasileña, debido a la falta de infraestructuras de la ciudad y los altos precios del alojamiento.
EFE