Un jaguar macho de 54 kilos fue rescatado con vida en aguas del río Negro, en el corazón del estado de Amazonas, tras nadar durante más de ocho horas con más de 30 heridas de bala en su cuerpo. El hallazgo, realizado por la Policía Militar Ambiental de Amazonas, ha generado conmoción en la región y reavivado la preocupación por la caza furtiva en la selva amazónica.
El ejemplar de Panthera onca, considerado el felino más grande de América y símbolo de la Amazonia, fue localizado cerca de una comunidad ribereña, cubierto de sangre y visiblemente debilitado, pero aún luchando por mantenerse a flote.
La operación de rescate fue encabezada por el Batallón Ambiental de la Policía Militar, con apoyo de la Secretaría de Protección Animal (Sepet) y especialistas en fauna silvestre. Uno de los agentes arrojó un costal al agua desde una lancha para que el animal pudiera sostenerse y evitar mayores riesgos tanto para él como para los rescatistas.
El momento del rescate fue captado en video y difundido en redes sociales, donde se observa al jaguar exhausto y aferrado a la embarcación antes de ser trasladado a tierra firme. La veterinaria Joana Darc, quien participó en los primeros auxilios, declaró que el animal “nadó más de ocho horas sin descanso, con múltiples heridas y una fuerza increíble para seguir con vida”.
“Cada bala en su cuerpo representa una herida abierta en la selva. No se trata solo de un animal, sino de un ecosistema entero que está pidiendo ayuda”, escribió Darc en sus redes sociales.
El jaguar fue trasladado a un centro veterinario en Manaus, donde especialistas trabajan para estabilizarlo. Los primeros exámenes revelaron fracturas, dientes rotos y un ojo gravemente dañado, pero el equipo médico confía en que, con el tratamiento adecuado, podría regresar eventualmente a su hábitat natural.
Fuente: Excélsior
