La República Checa aprobó una reforma que prohíbe la propaganda comunista, equiparándola legalmente con el nazismo.
El presidente Petr Pavel firmó una reforma al código penal del país que criminaliza la difusión de la propaganda comunista, apoyen movimientos contra la libertad e inciten al odio.
Dicha ley prevé hasta cinco años de cárcel por promover ideologías que atenten contra derechos fundamentales o inciten al odio.
El cambio legislativo se produce después de que varias instituciones históricas checas, entre ellas el Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios, pidieran que se corrigiera lo que consideraban un desequilibrio jurídico.
Mientras que el Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KS?M), liderado por la eurodiputada Kate?ina Kone?ná y que ahora forma parte de una nueva alianza electoral llamada "Basta", condenó la medida por considerar que tiene una motivación política.
doh