El Dalai Lama, líder religioso del budimo tibetano ha quedado marcado para siempre tras besar a un niño en la boca, opinan analistas religiosos como el periodista español José Manuel Vidal.
"Su figura ha quedado manchada para siempre, por mucho que intente disculparse y decir lo contrario, las imágenes son tan evidentes, tan flagrantes, tan repugnantes, que no hay por donde justificarlas, va a quedar para siempre sobre su figura y le va manchar para siempre", dijo.
En entrevista con XEU, José Manuel Vidal condenó el hecho que quedo evidenciado en un video donde se ve el momento en el que el Dalai Lama, un hombre de 87 años besa un niño y luego le pide que chupe su lengua, lo cual califica de grotesco e indignante.
"No me lo creía, cuando vi el primer video pensé que era un fake news, pensé que era algo creación de la inteligencia artificial que tan de moda está ahora; me produjo un repudio absoluto, un asco tremendo y una profunda desilusión; admiraba al Dalai Lama por sus posturas, es una personalidad muy reconocida en todo el mundo, por su no violencia activa, es la encarnación de la doctrina de la no violencia activa que puso de moda Ghandi en La India, para recuperar la independencia".
Consideró que un hombre así haya caído en ese tipo de cosas me produjo una gran desilusión, en España y Europa en general el revuelo fue enorme; los budistas españoles salieron e intentaron salir en su defensa, el mismo Dalai Lama pidió disculpas diciendo que era una broma, pero aunque sea una broma es demasiado pesada, repudiable, una disculpa no es suficiente, señaló.
Todas las religiones luchan contra la pederastia y con estas acciones no sólo se ve afectado al Dalai Lama, que se reconocía por su calidad moral, afecta a las demás religiones.
Incluso, dijo respaldar las voces que piden que sea investigado por alguna autoridad judicial y sea sancionado o que le retiren el Premio Nobel de la Paz que recibió en 1989.
Lamentó que desafortunadamente no se espera que pase nada porque no hay mecanismos internacionales jurídicos y legales para castigarle, además porque él es la máxima autoridad en el budismo tibetano, "pero el juicio que se le va a hacer, es el de la opinión pública, que es el que más cuenta, el que más duele y es el que más castiga", opinó José Manuel Vidal.
