Freddie Figgers es un hombre que fue abandonado en un bote de basura cuando era un recién nacido y hoy en día tiene su propia empresa valuada en millones de dólares, en Estados Unidos.
De acuerdo con el empresario, los niños se burlaban de él, a tal grado de que en su momento lo apodaron como “bebé basura” por la situación que vivió cuando era recién nacido.
El padre de Figgers, Nathan, tenía 74 años y su madre, Betty May, 66 cuando lo acogieron.
Nathan y Betty May tenían hijos propios y habían acogido a decenas de otros niños a lo largo de los años.
Fuente: El Comercio/Foto:Archivo/JDM