En los últimos meses, los datos económicos en México han comenzado a reflejar un claro estancamiento de la actividad económica, señaló Jesús López, subdirector de análisis económico en Banco Base, quien mencionó que el país enfrenta un deterioro visible en su economía, similar al que se vivió durante la pandemia.
"Todos los componentes de las actividades secundarias presentan contracción", señaló López en entrevista para XEU.
Subrayó disminución de la manufactura en 1.72%; esta situación es resultado, en parte, de recortes en infraestructura pública y de medidas arancelarias impuestas por Estados Unidos, especialmente en el sector automotriz y metalúrgico.
La principal consecuencia para la ciudadanía es el impacto en el empleo y los ingresos. Aunque el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó la creación de cerca de 300 mil empleos hasta septiembre, López advierte que más de 100 mil se deben a un programa piloto que incorpora a trabajadores de plataformas digitales como repartidores, por lo que el verdadero saldo neto de empleos formales es mucho menor.
"En la industria de la transformación, principalmente manufactura, se han perdido alrededor de 20 mil empleos este año", explicó. Esto es particularmente grave porque estos empleos suelen ser de los mejor remunerados.
Además, sectores como el de fabricación de equipo de transporte, uno de los más importantes para la economía mexicana, están registrando una destrucción sostenida de empleos, lo que afecta tanto a los ingresos familiares como a las oportunidades laborales disponibles.
“Todavía hay crecimiento en el sector servicios y consumo, pero el deterioro industrial es evidente. La posibilidad de una recesión está sobre la mesa”, afirmó.
Entre los factores de riesgo se encuentran la renegociación del T-MEC, las tensiones comerciales con Estados Unidos y un entorno fiscal más estricto en México, que podría desincentivar aún más la inversión privada.
Para los ciudadanos, es clave cuidar el empleo actual, evitar endeudamientos innecesarios y estar atentos a los movimientos del mercado laboral. Además, López advierte que "la volatilidad del tipo de cambio puede aumentar con los cambios políticos en Estados Unidos y con la renegociación del T-MEC en puerta".