La Ley de Ingresos 2026, ya aprobada por la Cámara de Diputados y en espera de la aprobación del Senado, contempla un endeudamiento histórico de casi 2 billones de pesos, lo que elevaría la deuda total del país a más de 20 billones de pesos al cierre del próximo año. Así lo advirtió el economista Alejandro Gómez Támez, quien alertó sobre los riesgos fiscales y sociales que implica este escenario.
“Estamos hablando de un aumento de deuda de billones con 'B' de bueno, es decir, un millón de millones. Esto representa una presión enorme para las finanzas públicas y para la población, que en promedio tendrá una deuda per cápita de 153 mil pesos”, explicó Gómez Támez.
Costo financiero: casi 1.6 billones en pago de intereses
El especialista detalló que solo en pago de intereses de la deuda —lo que se conoce como costo financiero—, el gobierno federal destinará 1.6 billones de pesos en 2026, equivalente al 4.1% del Producto Interno Bruto (PIB) y al 18% del total de los ingresos presupuestarios.
“Cada peso que se paga en intereses es un peso menos para salud, educación e infraestructura”, subrayó.
Impuestos a productos de consumo aumentarán en 2026
Además del aumento en deuda, la Ley de Ingresos 2026 contempla alzas en diversos impuestos, especialmente en productos considerados de alto consumo:
Bebidas saborizadas y con edulcorantes no calóricos: Suben $3 pesos por litro
Sueros orales (como Electrolit): Aumentan también $3 pesos por litro
Cigarros y tabacos: Hasta 25% de aumento
Productos con nicotina: Suben 100%
Puros hechos a mano: Aumentan 5%
Videojuegos violentos: Suben 8%
Apuestas y sorteos: Se incrementan 67%
Entradas a museos como el de Antropología y el del Carmen suben a $209 y $156 pesos, respectivamente.
“El argumento es que se trata de impuestos saludables, pero al final afectan directamente al bolsillo del consumidor, especialmente de los sectores medios y bajos”, señaló Gómez Támez.
Aranceles más altos también podrían impactar la inflación
Otro punto crítico es el incremento a los aranceles a productos importados provenientes de países sin tratados de libre comercio con México. Se espera que por este concepto se recauden 254 mil millones de pesos, un aumento de más de 102 mil millones respecto al año anterior.
“La intención es incentivar la producción nacional, pero si se gravan productos que no se fabrican en México, el efecto será inflacionario”, advirtió el economista.
¿Cómo se financiará el gasto del gobierno en 2026?
De acuerdo con los datos oficiales, el gobierno espera obtener 10.2 billones de pesos en ingresos totales, de los cuales 8.7 billones provienen de ingresos propios (sin contar deuda), lo que representa un aumento real de apenas 4.6%.
Dado que los ingresos no alcanzan para cubrir el gasto programado, el gobierno recurrirá al endeudamiento neto interno y externo por casi 2 billones de pesos.
“Todavía está pendiente el Presupuesto de Egresos, pero con este nivel de deuda, se corre el riesgo de que el gasto no genere crecimiento económico”, indicó Gómez Támez. “Hoy sabemos que México ha crecido apenas 0.5% en lo que va del año. Urgen motores de crecimiento productivo”.
¿Qué puede hacer la población ante este panorama?
Para el 2026, la inflación proyectada se mantendría alrededor del 3% anual, aunque la percepción de la población es que el aumento real en precios ha sido mucho mayor, especialmente en productos básicos.
“Recomiendo cuidar el gasto, evitar compras innecesarias y mantenerse informados. El panorama económico sigue siendo de pronóstico reservado”, concluyó el especialista.