La ciudad de Poza Rica enfrenta una de las peores emergencias de los últimos años tras el desbordamiento del río Cazones, provocado por una vaguada estacionada en la Sierra Norte de Puebla, que generó un incremento súbito del caudal. Las intensas lluvias en esa región montañosa provocaron una crecida repentina que superó los 8.5 metros, rebasando ampliamente el umbral de desbordamiento.
En su reporte a XEU, el periodista Jesús Araujo detalló que el agua ingresó a Poza Rica por su punto más vulnerable: el sector conocido como Quebrada, en la colonia Morelos, desde donde se extendió a las colonias Las Granjas, Ignacio de la Llave, Gaviotas y Cárdenas.
El reportero señaló que se han reportado víctimas mortales tras el paso del agua, aunque hasta el momento no hay una cifra oficial confirmada por las autoridades.
Aunque existieron advertencias previas sobre el posible desbordamiento del río, la alerta generalizada fue emitida demasiado tarde.
"El silbato de Pemex, que funcionó como última advertencia, sonó ya cuando el golpe de agua estaba encima", narró Araujo.
Señaló que además, varios residentes se negaron a evacuar por temor a saqueos, lo que ha dificultado el conteo de desaparecidos. Las autoridades han activado tres refugios temporales, pero la desorganización y el acceso limitado a zonas afectadas han complicado la ayuda humanitaria.
“Mientras no se construya el muro de contención completo, la ciudad seguirá expuesta a estas tragedias”, advirtió.
En medio del desastre, también han surgido actos de rapiña en diversas zonas de la ciudad. Grupos organizados, presuntamente coordinados vía redes sociales, saquearon tiendas de conveniencia, supermercados y comercios en avenidas principales como el bulevar Lázaro Cárdenas y la avenida Puebla.
“No fueron por artículos de primera necesidad. Se llevaron motos, bicicletas, incluso adornos navideños. Fue un golpe planeado”, denunció el periodista.
A pesar de la promesa de la gobernadora Rocío Nahle de reforzar la seguridad en viviendas evacuadas, los elementos desplegados fueron superados en número y no intervinieron en los saqueos, lo que ha generado malestar entre los ciudadanos.
Algunas colonias como Morelos, Las Granjas e Ignacio de la Llave continúan sin energía eléctrica ni telefonía, debido a riesgos por cables expuestos y encharcamientos persistentes. Aunque la lluvia ha cesado en gran parte de la ciudad, una llovizna constante continúa este fin de semana, y el nivel del río sigue siendo vigilado de cerca.