La Escuela Secundaria General Federal No. 2 de Poza Rica amaneció convertida en un escenario de devastación.
El río Cazones, que se desbordó la madrugada del viernes, arrasó con autos, lodo y escombros, dejando el plantel lleno de vehículos arrastrados por la corriente desde una carrocería de Nissan cercana.
Entre el barro y los restos de pupitres destruidos, Lucía Zepeta, trabajadora de la escuela, trata de recuperar lo poco que quedó.
“Estamos tristes por las familias afectadas, por los que lo perdieron todo. Venimos a limpiar la cooperativa, pero está feísimo todo, una pérdida total para todos”, dice con la voz entrecortada.
El agua se llevó todo
Los autos flotaron desde la agencia automotriz, cruzaron el muro perimetral y terminaron dentro de los salones.
El mobiliario, los archivos y los materiales escolares quedaron bajo el agua y el lodo.
“De verdad, no podemos hacer nada, todo quedó destruido. Nos llevará semanas o meses volver a levantar la escuela. No va a ser fácil, pero tenemos fe en que con el apoyo de nuestros compañeros saldremos adelante”, explica Lucía.
El patio principal es ahora una masa espesa de lodo; los pupitres se amontonan junto a escritorios y refrigeradores volteados.
A pesar del panorama, docentes, intendentes y padres de familia regresaron al plantel para comenzar las labores de limpieza.
Sin respuesta oficial, pero con esperanza
Hasta este sábado, las autoridades educativas no han emitido un informe sobre el daño estructural ni sobre la reubicación temporal de clases, pero el personal ya comenzó a evaluar lo perdido.
“Todavía no tenemos información. Vamos a ver si ya llegaron los demás compañeros, y esperar a nuestro encargado”, comenta Lucía mientras sostiene una escoba cubierta de lodo.
El silencio del edificio solo se rompe por el golpeteo de los cubos de agua y los pasos de quienes intentan rescatar algo del desastre.
“No va a ser fácil salir adelante, pero con fe y ayuda de quienes nos apoyen, Poza Rica se levantará”, dice Lucía, mirando el río que ahora corre más tranquilo, como si nada hubiera pasado.
Contexto: Poza Rica, una ciudad bajo el agua
El desbordamiento del río Cazones dejó cuatro personas muertas, más de 700 en albergues y miles de viviendas afectadas.
En la zona escolar, varias instituciones resultaron dañadas y permanecen sin energía eléctrica ni agua potable.
La Secretaría de Protección Civil reportó que continúan las labores de limpieza y apoyo a la población, mientras se evalúan los daños estructurales en escuelas, hospitales y viviendas.
