Rubén Said Uscanga Cruz, es un joven originario de Medellín de Bravo, a sus 15 años ya forma parte de las fuerzas básicas de la Máquina Cementera del Cruz Azul.
El joven medellinense tiene un sueño por el que trabaja, pero primero debe recorrer un trecho en el futbol mexicano.
“Estoy en las fuerzas básicas del Cruz Azul acá en la Ciudad de México”.
Rubén Said, comenta que para buscar sus sueños se tuvo que ir a Oaxaca, un día vieron su talento y lo llamaron las fuerzas básicas.
“Primero que nada tuve que llegar a Lagunas, Oaxaca, ahí estuve con la escuelita y poco a poco los coach nos fueron subiendo con la tercera división. Un día llegó el profe Joaquín Moreno y nos vio a cuatro compañeros; a tres más y a mí, y nos comentó que teníamos la posibilidad de venir a hacer visorías acá”.
Se lo llevaron a la Ciudad de México a demostrar su capacidad y la demostró, ahora busca perseverar en el futbol.
“Tuvimos una semana de visorías, ya fue que nada más nos quedamos un compañero más y yo en la Sub15”.
El medellinense tiene sus objetivos definidos, pues practica futbol desde los tres años y ahora empieza a ver los frutos de su esfuerzo.
Las fuerzas básicas son las categorías menores del primer equipo, ahora su próximo paso es pasar a la Sub19, después a la Sub23.
Su amor por el Cruz Azul es nato, desde pequeño ama la camiseta a pesar de que a su edad su equipo no conocía las victorias.
“Es un equipo que la verdad le tengo mucho amor desde pequeño... Sin duda llegar a Primera División”.
Rubén Said terminó el segundo año de bachillerato, pero aspira estudiar fisioterapia.
En Lagunas estuvo alrededor de un año y medio, ahora lleva alrededor de cuatro meses en la Ciudad de México en las fuerzas básicas de la Máquina Cementera del Cruz Azul.
“Todavía me quedan dos años aquí en la Sub17, dos temporadas”.
Como integrante de la Sub17 del Cruz Azul, al terminar los partidos de la Liga MX, se enfrentan entre las fuerzas básicas de los equipos que culminaron el encuentro como medio de contención.
“Hay que estar muy enfocados en lo que quieres y no perder la cabeza”.
El esfuerzo requiere de sacrificio, pero Rubén recibe el apoyo de su familia, de sus padres, de sus hermanas y de su hermano.
El integrante de las fuerzas básicas visita su casa en Medellín de Bravo cada año, en diciembre cuando hay vacaciones, pero en el lapso de todo un año su familia lo visita en la capital del país.
El primer paso ya lo dio, pero el veracruzano no debe bajar la guardia para alcanzar sus sueños, ahora debe seguir su esfuerzo para alcanzar su meta.
“Yo sueño con llegar a Europa”.
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Foto: Especial
