La tradición de comer 12 uvas durante las 12 campanadas de Año Nuevo sigue vigente en Veracruz, como un ritual para despedir el año viejo y recibir el nuevo con esperanza, prosperidad y unión familiar.
En entrevista para XEU, el investigador Ricardo Cañas Montalvo explicó que esta costumbre llegó con la expansión de la cristiandad y se integró con el tiempo a las celebraciones de la Nochevieja, especialmente después de la cena del 31 de diciembre.
“Es una tradición que se hace prácticamente en todo el mundo, llegó con la cristiandad, las uvas por supuesto en algunos lugares del mundo, pero no eran costumbre, esto ya se dio en la evolución de despedir el año que termina”
Detalló que cada persona prepara 12 uvas, una por cada mes del año, las cuales se comen al ritmo de las últimas 12 campanadas, pidiendo un deseo por cada una. Señaló que la primera uva se destina tradicionalmente a pedir la bendición de Dios para el año que inicia.
“La familia completa, ya en la noche vieja, se espera después de la cena, está en su casa, están las copas, el vaso o el recipiente lleno de las 12 uvas, un grupito de 12 uvas para cada uno de los miembros de la familia”
Finalmente, destacó que esta práctica continúa profundamente arraigada en los hogares veracruzanos, reforzando la convivencia familiar y los buenos deseos con los que se recibe el Año Nuevo.
Esta tradición la pudimos constatar en los mercados veracruzanos donde mediante un sondeo confirmamos que la tradición sigue viva en Veracruz.
