Con un mensaje contra la corrupción y los privilegios de gobiernos anteriores, Rosa María Hernández Espejo, candidata de la coalición Morena-PVEM a la alcaldía de Veracruz, inició su campaña electoral asegurando que “ha llegado la hora de rescatar a Veracruz” y de acabar con “el presupuesto usado para unos cuantos”.
En entrevista con XEU, la morenista marcó desde el primer minuto una línea clara entre su proyecto y el de sus oponentes: “Vamos a marcar lo que será nuestra administración: un gobierno honesto, transparente, que combata la corrupción tan grande que hay actualmente”, afirmó.
Sin mencionar nombres, Hernández Espejo advirtió que el presupuesto municipal ya no servirá para alimentar redes de poder político ni para beneficiar a élites locales. “Se acaban los privilegios”, sentenció.
Entre sus propuestas prioritarias, destacó la necesidad urgente de resolver tres problemas clave que afectan a los veracruzanos: el alto costo y la mala calidad del agua potable, el deficiente servicio de recolección de basura, y el creciente robo a casa habitación.
“Veracruz paga el agua más cara del país —después de Boca del Río— y es de pésima calidad. Eso no puede continuar”, expresó. Sobre la inseguridad, propuso un plan de vigilancia que incluye cámaras en avenidas principales y rescate de parques para fomentar la convivencia y reducir la violencia.
En cuanto a los debates, Rosa María confirmó su participación: “Claro que vamos, ya firmamos la carta de intención. Es la forma en que se debe contrastar”, aseguró, reafirmando su apertura al escrutinio público.
Finalmente, hizo un llamado a la unidad ciudadana: “Yo soy del pueblo, como ustedes. Aquí me formé, aquí he luchado. El camino es rosa y la esperanza es Morena”.
Con una campaña que define como “alegre y con propuestas”, Rosa María Hernández Espejo no solo busca ganar la elección, sino desplazar a lo que considera una estructura de poder anquilosada que ha marginado a la mayoría.