La voz de Ricardo Tapia Linares, abuelo de Brandon, se le quiebra cada vez que recuerda el sueño de ser futbolista profesional del equipo Pumas que tiene su nieto y que ahora dependen de que los doctores le salven la pierna.
El niño de 13 años sufrió graves heridas luego de que un camión urbano de la ruta Herradura chocara contra un tráiler la mañana del viernes 17 de enero en la autopista Veracruz-Cardel, tras cuatro días de esta tragedia el estado de salud del menor todavía es delicado y se encuentra en un coma inducido.
Los doctores les comentaron a los familiares que en las últimas 72 horas se determinaría si le podrán o no salvar la pierna, asegura su abuelo.
“Brandon era un excelente jugador de equipo, él lo tomaba como si ya fuera profesional (…) él quería llegar a Pumas, ese era su sueño llegar al equipo de Pumas de México”, dice Ricardo Tapia con un nudo en la garganta.
La pasión por el fútbol inició en Brandon desde que era pequeño, a la edad de 10 años comenzó a entrenar con los equipos para niños, todas sus horas, además de los estudios, le dedica a este juego.
“Él era un delantero, su promedio de goleo era de 3 a 4 goles por partido, sus entrenadores siempre lo tomaron como una promesa del fútbol”.
La mañana del viernes el joven abordó el camión de la ruta Herradura, se dirigía a la escuela y después a su entrenamiento cotidiano, pero un accidente casi le arranca el sueño de ser un jugador profesional.
Una distracción del chofer y un tráiler estacionado en un mal lugar fueron los factores que ocasionar el accidente donde hubo 30 personas heridas y un fallecido.
“Sentimos coraje, mucho coraje con todo esto que está pasando, impotencia con las autoridades que ponen un mil de peros para proceder”, agrega su abuelo.
Los familiares de Brandon no se han movido ningún instante del hospital infantil, donde está internado el menor, así como han exigido que los responsables del accidente paguen.
