Guadalupe pide ayuda luego de perder el techo de su casa por norte en Veracruz

Imagen Guadalupe pide ayuda luego de perder el techo de su casa por norte en Veracruz

Por: Inés Tabal
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El ruido de las láminas que se desprendieron de su casa fue lo único que escuchó Guadalupe Cuevas antes de que las fuertes rachas de viento provocaran que se quedara sin techo.

La mujer de 66 años de edad narró que ayer, 11 de diciembre, el norte que trajo el frente frío 14 y que provocó rachas de 110 kilómetros por hora en Veracruz, hizo que el techo de lámina se volara.

Su casa se encuentra en la colonia Adolfo López Mateo en la calle Lázaro Cárdenas entre Murillo Vidal de la ciudad de Veracruz.

“Yo cuando oí que empezaron a levantarse salí corriendo con mi niña, porque vivo con mi nieta, agarre a mi nieta y trate de abrir la casa de mi hija que vive aquí al lado y como pudimos nos metimos y empezamos a escuchar que se levantaba toda la lámina, nada más oímos que cayó en un carro”, narró.

Desde la mañana del miércoles, Guadalupe se encuentra sin techo, el árbol de navidad y la decoración que había colocado al interior de su sala se encuentra destrozado y todos sus mubles están a la intemperie.

“Empezó los cuartos de allá y aquí tenía mi comedor y salita, todo se llevó, todo voló para aquel lado”, dijo.

Las láminas cayeron en el patio trasero de un vecino encima de un auto, por esta razón el vehículo sufrió algunos rayones que tiene que pagar Guadalupe.

La adulta mayor dijo a los micrófonos de XEU que es jubilada y que por el momento no trabaja, por lo que se le hace difícil poder pagar los 6 mil pesos que le pide su vecino, además de que tiene que ver la manera de como poner su techo.

Ante esto solicitó la ayuda de las autoridades para que remuevan las láminas que se encuentran en el patio de su vecino.

“Ahorita me están pidiendo de deducible 6 mil pesos, pero sabe Dios como quede, ahorita quedé mal económicamente”.

Actualmente la casa de Guadalupe Cuevas está sin techo, por ahora vive en la casa de su hija.

“Que me apoyara alguien para acomodar el techo, más que nada, para poderme regresar”.

 

 

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