Abraham, 23 años alegrando fiestas de veracruzanos como mariachi

Imagen Abraham, 23 años alegrando fiestas de veracruzanos como mariachi

Por: Inés Tabal
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Abraham Zepahua viste un traje de charro negro, en su mano derecha sostiene una trompeta con la que todos los días sale de su casa para trabajar, él se gana la vida como mariachi, una profesión que ha pasado de generación en generación en su familia.

Proveniente de la zona de las Altas Montañas en Veracruz, afirma que el gusto por esta profesión viene desde su padre y tío, ambos también fueron mariachis, un trabajo que les permitió darles un sustento a sus familias.

A la edad de 11 años empezó su carrera como músico, pero fue a los 18 que se enamoró de la profesión de mariachi.

 

“En la familia hay descendencia de músicos como la música de banda, que son los clarinetes, los trombones, las trompetas, los saxofones, los saxores, la tambora, la tarola, los platillos, ese tipo de instrumentos en la banda de música de viento”, cuenta.

Hace 21 años, su tío formó el “Mariachi Tapatío del puerto de Veracruz”, esto luego de trabajar en otras agrupaciones, ahora es Abraham quien representa a la agrupación de 9 integrantes.

Abraham Zepahua trabaja en un oficio que fue reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

De acuerdo con la UNESCO, el mariachi interpreta la música tradicional y es un elemento fundamental de la cultura mexicana a través de la cual se trasmiten valores, historia y diferentes lenguas, por lo que se le reconoce como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Esos mismos valores e historia forman parte de la familia de Abraham, ya que dentro de la agrupación trabaja también su hijo.

“La música es muy bonita, le ha gustado es un trabajo para notros. Como todo trabajo hay que estudiar la música, practicarla y desenvolverse al público.

Un trabajo que le llena de orgullo

Ser mariachi es un trabajo que le llena de orgullo, dice Abraham, pues con su música alegra las fiestas de las personas, pero al mismo tiempo reconoce que es un trabajo difícil que con el tiempo y la tecnología ha evolucionado.

“La verdad si orgulloso, porque como es la descendencia del mariachi las raíces de la familia, mi papá, mis abuelos. Me siento muy orgulloso de formar parte del mariachi y alegrar los corazones de la gente”.

En años anteriores ellos se colocaban en la avenida Díaz Mirón, ahora los buscan y contratan por las redes sociales, algo que les ha beneficiado para tener más trabajo en el puerto de Veracruz y otros municipios. Admite que las temporadas altas para ellos son el Día de las Madres, graduaciones, en diciembre y fiestas patrias.

“Pues como todo, nuestro trabajo como mariachi o la música, pues hora si es muy variable, hay semanas buenas, semanas bajas, regulares y así nos la llevamos. Normalmente, así que se puede decir que hay más trabajo es el Día de las Madres que es el mes de mayo, las graduaciones que es el mes junio, las fiestas decembrinas, se puede decir que sí hay (en las fiestas patrias) algo de trabajo”.

Abraham forma parte de la segunda generación de su familia en ser mariachi y su hijo la tercera, por lo que continuara esta tradición que es considerada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y que alegra los corazones de las personas.

 

 

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