Un día como hoy falleció el cantautor veracruzano Lorenzo Barcelata, el único veracruzano autor del son jarocho enviado al espacio
En 1977 fueron lanzadas al espacio las sondas Voyager 1 y Voyager 2, su misión fue explorar los planetas gigantes gaseosos, Saturno y Júpiter, pero al seguir su marcha también fotografiaron a Urano y Neptuno.
En cada una de las sondas espaciales llevan un disco de cobre bañado en oro “The Sounds of Earth”, con información de nuestro planeta por si alguna civilización inteligente encuentra las naves, entonces sabrán sobre la Tierra.
El disco contiene imágenes de la vida en la Tierra, sonidos de la naturaleza como el canto de los grillos, de las ballenas, como el sonido del trueno.
También tiene grabado saludos en varios idiomas y música, entre los que destacan Chuck Berry, Louis Armstrong entre otros artistas de varios países.
El disco incluye también una canción que inmortalizó el veracruzano, oriundo de Tlalixcoyan, Lorenzo Barcelata.
El tema es el son jarocho El Cascabel, el cual fue grabado con mariachi en el disco de oro de las Voyager.
De esta manera, la música del mariachi de México, la voz del veracruzano Lorenzo Barcelata y nuestras tradiciones viajan en el espacio grabados en un disco de oro, al frente de la sonda espacial.
Hasta finales de 2023 las sondas espaciales se encontraban a más de 24 mil millones de kilómetros de la Tierra, lo equivalente a 160 unidades astronómicas (UA), es decir 160 veces la distancia entre la Tierra y el Sol, la cual equivale a más de 24 horas luz (la luz del Sol tarda en llegarles 24 horas).
Una señal u orden mandadas desde la Tierra tardan esas 24 horas en llegar a la sonda, la repuesta o retroalimentación de las sondas espaciales tarda el mismo tiempo en llegar a nuestro planeta.
Las Voyager son los primeros objetos hechos por el hombre en llegar al espacio interestelar, aunque no han salido del sistema solar.
A casi 47 años de su lanzamiento, las naves siguen alejándose de la tierra a una velocidad de 17 kilómetros por segundo.
Las Voyager están a punto de agotar su combustible, pero siguen su curso, dentro de 40 mil años la Voyager 2 pasará cerca de una estrella que no es nuestro Sol, la enana roja Ross 248.
Con información de José de Aquino