La invasión norteamericana del puerto de Veracruz se llevó a cabo el 21 de abril de 1914 y fue uno de los muchos intentos de Estados Unidos por intervenir en el proceso revolucionario mexicano, en donde el pueblo demostró la valentía para defender a su nación.
De esa ocupación se recuerda la unión de los mexicanos para enfrentar al enemigo; pero también la heroicidad de civiles que acompañaron a los cadetes de la Heroica Escuela Naval para hacer frente a los invasores.
Uno de los hombres que se destacó por su labor en esa etapa trágica es el Joaquín Perea Blanco, un estudiante de medicina que junto con sus compañeros regresó de la Ciudad de México a Veracruz para atender a los heridos.
La señora Emilia Perea Palmeros, hija única del doctor fallecido en 1984 a la edad de 89 años, afirma en entrevista con XEU que su papá se incorporó al equipo que encabezaba Rafael Cuervo Xicoy, presidente de la Cruz Blanca.
En la calle Esteban Morales entre Independencia y 5 de Mayo, en lo que ahora es la escuela primaria José Miguel Macías, atendieron a decenas de personas que resultaron lesionadas.
Fue en ese lugar donde dieron auxilio al teniente José Azueta, quien participó de manera notable en la heroica defensa del puerto, resultando herido de gravedad.
"Un acto muy valioso en donde mi papá tomaba en cuenta todas las personas que trataban de ayudar en algo; la mujer veracruzana siempre estuvo presente, ellas estaban ahí pegadas con los doctores y recibían a los heridos".
El doctor Joaquín Perea Blanco acompañó a figuras como Venustiano Carranza, presidente de México que se enfocó en pacificar el país, reorganizar la administración pública y hacer valer la Constitución de 1917.
También fue parte del equipo del General Juan Barragán Rodríguez, un importante militar mexicano que participó en la Revolución Mexicana.
Emilia Perea Palmeros cree que esa unidad se ha perdido entre las nuevas generaciones, la división que hay en la actualidad es muestra de ello.
"¿Cómo es posible que en estas épocas tan adelantadas con tantas cosas nuevas vaya para abajo todo? No es posible, es una tristeza, a mí me da mucha tristeza por todos los jóvenes y niños que vienen y que tanto peligro corren, ya es tiempo que se pongan las pilas los veracruzanos que todavía puedan hacer algo para salvar a nuestra patria".