Cuidar la salud del corazón ya no es una opción, sino una necesidad urgente, alertó el cardiólogo Rafael Rascón Sabido.
En entrevista para XEU, el médico alertó sobre el preocupante incremento de enfermedades cardiovasculares en personas cada vez más jóvenes, y ofrece una guía clara sobre cómo prevenir infartos y mantener un corazón sano.
Rascón Sabido enfatizó que llevar un estilo de vida saludable es el pilar fundamental para prevenir enfermedades del corazón.
“La actividad física debe realizarse al menos tres veces por semana durante una hora. Es vital evitar el tabaquismo en todas sus formas, incluyendo los vapeadores”, destaca.
La alimentación también juega un rol determinante. Se recomienda una dieta rica en verduras, frutas, granos integrales, pescados y carnes blancas como el pollo. Aunque las carnes rojas no están prohibidas, deben consumirse con moderación.
“Preferir alimentos menos procesados y más naturales es una forma directa de proteger nuestras arterias”, explica.
Señaló que las revisiones cardíacas preventivas deben comenzar a partir de los 35 años.
“Si un familiar tuvo un problema cardíaco antes de los 45 años, es una señal de alerta. Es mejor hacer estudios como un electrocardiograma, una prueba de esfuerzo o un ecocardiograma, y asegurarse de que todo está bien, a esperar una mala noticia”, afirma.
El colesterol alto sigue siendo uno de los factores más comunes en los infartos.
“Es la materia prima de las placas que obstruyen las arterias”, explica Rascón. Pero no es el único culpable.
Asimismo, mencionó cuatro factores clave contribuyen a la enfermedad arterial coronaria:
Colesterol alto (especialmente LDL o “colesterol malo”)
Hipertensión arterial
Diabetes
Tabaquismo
Además, estos últimos dos dañan el “teflón natural” de las arterias —su revestimiento protector—, facilitando que las grasas se adhieran a las paredes arteriales.
Los síntomas de una enfermedad cardíaca pueden ser confusos y varían entre personas. En general, los más comunes incluyen:
Opresión en el pecho
Falta de aire al hacer esfuerzo
Dolor en el brazo izquierdo (aunque a veces también puede ser el derecho)
Sudoración excesiva sin razón aparente