Las personas que viven en barrios con más días de calor intenso presentan un envejecimiento molecular más rápido que el de los que residen en áreas más frías, según un estudio de la Universidad del Sur de California (USC) publicado este miércoles en la revista Science Advances.
La conclusión de este estudio -liderado por científicos de la Facultad de Gerontología Leonard Davis de la USC- plantean nuevos interrogantes sobre cómo el cambio climático y las olas de calor podrían afectar a la salud a largo plazo y al envejecimiento a nivel molecular.
La edad biológica es una medida del funcionamiento del organismo a nivel molecular, celular y sistémico, a diferencia de la edad cronológica basada en la fecha de nacimiento; tener una edad biológica superior a la cronológica se asocia a un mayor riesgo de enfermedad y mortalidad.
Aunque la exposición al calor extremo se asocia desde hace tiempo a efectos negativos para la salud, incluido un mayor riesgo de muerte, la relación del calor con el envejecimiento biológico no está clara.
Para hacer el estudio, las autoras, Jennifer Ailshire -catedrática de Gerontología y Sociología de la Escuela Leonard Davis de la USC- y Eunyoung Choi -estudiante postdoc en la USC- examinaron cómo cambiaba la edad biológica en más de 3.600 personas de 56 años o más residentes en Estados Unidos.
Durante los seis años que duró la investigación, el equipo analizó muestras de sangre tomadas en distintos momentos del estudio para detectar cambios epigenéticos, es decir, los cambios que se producen en la forma en que los genes individuales se 'apagan' o 'encienden' por un proceso llamado metilación del ADN.
El equipo usó herramientas matemáticas denominadas relojes epigenéticos para analizar los patrones de metilación y estimar la edad biológica en cada momento y después compararon los cambios en la edad biológica de los participantes con el historial del índice de calor de su localidad y el número de días de calor registrados por el Servicio Meteorológico Nacional entre 2010 y 2016.
Este organismo clasifica los valores del índice de calor en tres niveles en función del riesgo potencial de efectos adversos para la salud: El nivel de 'Precaución' (para valores de calor que van de 26 °C a 32 °C), el nivel de 'Extrema precaución' (de 32 °C a 39,4 °C), y el de 'Peligro' (39,4 °C a 51 °C).
El estudio reveló una importante correlación entre los barrios con más días de calor extremo y los individuos que experimentaban un mayor aumento de la edad biológica.
"Los participantes que vivían en zonas donde los días de calor, definidos como de Extrema Precaución o niveles superiores (32°C), se producen la mitad del año, como Phoenix (Arizona), experimentaron hasta 14 meses de envejecimiento biológico adicional en comparación con los que vivían en zonas con menos de 10 días de calor al año", señaló Ailshire.
El estudio también sugiere que los cambios epigenéticos relacionados con el calor podrían producirse con relativa rapidez, y algunos de ellos podrían acumularse con el tiempo.
Los autores creen que estos resultados podrían impulsar a los responsables políticos, arquitectos y otros a tener en cuenta la mitigación del calor y las características amigables con la edad a la hora de actualizar la infraestructura de las ciudades, "desde la colocación de aceras y la construcción de paradas de autobús con la sombra en mente hasta la plantación de más árboles y el aumento de los espacios verdes urbanos", comentó Ailshire.
"Tenemos que ser mucho más inteligentes con estas estrategias de mitigación", concluyó la investigadora.
Con información de EFE / Foto: Archivo /