La científica chilena, Cristina Dorador, se refirió al amor microbiano y señaló que “mientras más tiempo permanecemos juntos (en una relación) más nos parecemos a nivel microbiano”.
Cristina Dorador explicó que “uno empieza a adquirir modismos o las comidas incluso, pero también hay una relación biológica, ya que eso también está pasando a nivel microbiano”.
Para Cristiana Dorador, quien está especializada en ecología microbiana, el punto de partida es entender a cada ser humano como un ecosistema conformado por millones de microbios, bacterias y hongos que se encuentran en la piel y en los órganos.
Al participar en el podcast “El Café de la Mañana”, dijo que esos microorganismos son transferidos a la otra persona o personas, a través del contacto y la convivencia cotidiana.
Por ejemplo, señaló, en un beso de 10 segundos se pueden transferir hasta 80 millones de microbios.
"Qué pasa con esas bacterias que ingresan a nuestro cuerpo, bueno, llegan al intestino, algunas se quedan, otras se van", apuntó.
Agregó que "estamos hablando de relaciones ecológicas, entonces el organismo que llega y si le agrada vivir ahí se va a quedar a vivir, entonces mientras más convivimos con la otra persona, vamos adquiriendo más sus microbianas (conjunto de microorganismos)".
Según Cristina Dorador, en experimentos recientes incluso se ha llegado a identificar quién es la pareja de una persona únicamente a partir de los microbios que comparten en su relación.
Pese a ser la forma de vida más antigua del planeta, las investigaciones alrededor de los microorganismos que han permitido profundizar en estos y su impacto tienen apenas unos 15 años.
Dijo que "muchas personas no saben que la mitad de nuestras células son células microbianas”.
Además, "son principalmente bacterias, también hay otras que se llaman arquea y también eucariontes microscópicos, entre ellos los hongos".
Indicó que un aspecto fundamental de entender estas formas de vida es porque permiten entender lo que pasa en otros planetas y también según lo que se ha estudiado podrían impactar en nuestra relación con otros seres vivos del planeta.
Fuente: Reforma / Foto: Pexels / JAC