El rabdomiosarcoma es un cáncer de crecimiento rápido que se desarrolla en los tejidos blandos como el músculo, prácticamente en cualquier parte del cuerpo, de acuerdo con Renee Gresh, especialista del hospital para niños Nemours Alfred I. duPont.
Afecta principalmente a los niños de siete años, y representa aproximadamente el tres o cuatro por ciento de los tumores infantiles. Además, es ligeramente más frecuente en personas de ascendencia caucásica.
Según la especialista, este padecimiento puede aparecer casi en cualquier parte del organismo, pero lo hace con mayor frecuencia en la cabeza y el cuello con el 35 por ciento de los casos, seguido del aparato genital o las vías urinarias, principalmente en la vejiga, la próstata o la vagina con un 25 por ciento.
En las extremidades se presenta con mayor incidencia entre los adolescentes con el 20 por ciento y en el tronco u otras localizaciones diversas, también con un 20 por ciento.
Asimismo, entre el 15 y 25 por ciento de los niños afectados son diagnosticados después de que el cáncer se ha diseminado. En estos casos, se puede localizar en los pulmones, los huesos, la médula ósea y los ganglios linfáticos.
Algunos síntomas se desarrollan de acuerdo con el órgano afectado. Por ejemplo, cuando se localiza en los ojos se presenta lagrimeo, dolor o protrusión ocular; cuando se localiza en la nariz y garganta aparece congestión o secreción nasal.
Por otro lado, cuando se localiza en el aparato genital o las vías urinarias, los niños experimentan dolor abdominal, un bulto en el abdomen localizable en la palpación, dificultad para orinar y sangre en la orina. En las extremidades se pueden palpar bultos firmes en brazos o piernas.
De acuerdo a la especialista, el diagnóstico se confirma con una tomografía computarizada; para determinar si el cáncer se ha diseminado, de igual manera, se puede realizar una gammagrafía ósea, que es un estudio de los huesos mediante radionúclidos.
Por último, Gresh asegura que, el tratamiento consiste en cirugía; si es posible se extirpa todo el tumor, quimioterapia y, a veces, radioterapia en caso de que quede algo de tumor residual tras la cirugía o si el cáncer se considera de riesgo intermedio o elevado.
Fuente y foto: Notimex/eap