Los residuos plásticos mundiales mal gestionados podrían duplicarse de aquí a 2050, según un estudio de modelización que concluye que una combinación de intervenciones políticas podría reducir en más del 90 % estos desechos y en un tercio las emisiones asociadas. "Se requiere ambición", dicen los científicos.
Publicado en la revista Science en vísperas de las negociaciones del tratado de la ONU sobre el plástico, este trabajo utiliza inteligencia artificial para concluir que un tratado ambicioso podría eliminar casi por completo la contaminación por plásticos, una amenaza para las personas, la fauna y el clima.
A medida que el plástico se degrada, se fragmenta en microplásticos y nanoplásticos que dañan los ecosistemas de todo el mundo -desde el Ártico hasta los hábitats de las profundidades oceánicas-, y plantea importantes peligros para la salud, como un mayor riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares y problemas reproductivos, advierte la revista.
El ciclo de vida del plástico también intensifica el cambio climático a través de las emisiones procedentes de la extracción, producción y procesamiento de residuos.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de California en Berkeley y la Universidad de California en Santa Bárbara, se publica antes de las negociaciones de Busan (Corea del Sur), entre el 25 de noviembre y 1 de diciembre, donde se espera que delegados de más de 190 países perfeccionen los últimos detalles del primer tratado "jurídicamente vinculante" sobre la contaminación por plásticos.
Los científicos desarrollaron un novedoso modelo de aprendizaje automático para predecir las tendencias de la producción, comercio y la gestión de estos residuos a escala mundial hasta 2050. Asimismo, simularon los efectos de ocho intervenciones políticas plausibles para mitigar los residuos y las emisiones.
El equipo primero calculó que sin intervenciones, se prevé que los residuos plásticos mal gestionados anuales casi se dupliquen para 2050, alcanzando los 121 millones de toneladas métricas.
De seguir como hasta ahora, el mundo generaría suficiente basura entre 2011 y 2050 para cubrir Manhattan con un montón de plástico de una altura diez veces superior a la del edificio Empire State, alertan los científicos en un comunicado de la universidad.
En un futuro sin cambios, las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con este material se dispararían un 37 % con respecto a los niveles de 2020, hasta alcanzar 3,35 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente en 2050.
Esto corresponde al funcionamiento de casi 9.000 centrales eléctricas de gas natural durante un año o al consumo energético de más de 436 millones de hogares durante un año.
Además, los países del sur global seguirán soportando la mayor carga de la crisis del plástico.
Ante este panorama, los científicos consideran que hay un enfoque combinado que puede mejorar el escenario: cuatro políticas pueden reducir los residuos plásticos que no se reciclan o no se desechan adecuadamente y acaban contaminando -mal gestionados- y los gases de efecto invernadero vinculados.
Estas políticas son: obligar a que los nuevos productos se fabriquen con un 40 % de plástico reciclado posconsumo; limitar la producción de nuevos plásticos a los niveles de 2020; invertir significativamente en la gestión de residuos plásticos, como vertederos y servicios de recogida de residuos; y aplicar una pequeña tasa a los envases.
Este paquete de medidas también aporta beneficios climáticos, reduciendo las emisiones equivalentes a retirar de la circulación 300 millones de vehículos de gasolina durante un año, aseguran los autores.
"Es el momento. Estas próximas negociaciones en Busan son nuestra única oportunidad de unirnos como planeta y solucionar este problema", asevera Douglas McCauley.
Para el científico, "uno de los descubrimientos más emocionantes de esta investigación es que realmente es posible casi acabar con la contaminación por plásticos con este tratado. Soy cautelosamente optimista, pero no podemos desaprovechar esta oportunidad única en la vida".
"Hay múltiples vías a disposición de los negociadores, pero se requiere ambición", subraya Sam Pottinger.
Con información de EFE / Foto: Pexels