Llegaron las Conchasúchil para Días de Muertos (+Video)

Imagen Llegaron las Conchasúchil para Días de Muertos (+Video)

Por: Daniella Ovalle
Audio:

Ricardo González es un joven panadero que mezcló el arte, la tradición y la historia mexica para crear un nuevo ícono del Día de Muertos como es la “Conchasúchil”, una tradicional concha elaborada con forma de flor de cempasúchil a base de masa de pan de muerto, " para que las almas sigan el camino".

Realizó una serie de panes con deidades del Mictlán entre las que destaca la flor de cempasúchil del Día de Muertos.

El también propietario de Bestcake CDMX, se inspiró en el pan de muerto y en el cempasúchil, esa que le pidió a Tonatiuh, el Dios Sol, que la dejara reencontrarse con su amado, de acuerdo con la leyenda.

En las redes sociales, las “Conchasúchil” ya son compartidas por los internautas, sumándose a la tradición y creatividad que año con año une a los mexicanos en Día de Muertos.

¿Qué dice la leyenda de la flor de cempasúchil?

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo existieron un par de niños que se conocieron desde su nacimiento, la niña se llamaba Xóchitl y el niño Huitzilin.

Ambos compartieron infancia, crecieron juntos y al final su amistad se convirtió en un dulce y tierno amor juvenil. Tanto era su cariño que un día decidieron subir a lo alto de una colina en donde el sol deslumbraba con particular fuerza, pues se sabía que allí moraba el Dios del sol.

Hicieron todo ese largo camino sólo para pedirle a Tonatiuh que les diera su bendición y cuidado para poder seguir amándose. El Dios del sol al verlos tan enamorados, bendijo su amor y aprobó su unión.

Desafortunadamente la tragedia llegó a ellos de forma inesperada cuando Huitzilin fue llamado a participar en una batalla para defender a su pueblo, y fue así como se separaron para que él marchara a la guerra.

Después de algún tiempo, Xóchitl se enteró que su amado había fallecido en el campo de batalla. Su dolor fue tan grande que rogó con todas sus fuerzas a Tonatiuh que le permitiera unirse a él en la eternidad. Este, al verla tan afligida, decidió convertirla en una hermosa flor, así que lanzó un rayo dorado sobre ella, y en efecto, creció de la tierra un bello y tierno botón, sin embargo, este permaneció cerrado durante mucho tiempo.

Un buen día un colibrí atraído por el aroma inconfundible de esta flor llegó hasta ella y se posó sobre sus hojas. Inmediatamente, la flor se abrió y mostró su hermoso color amarillo, radiante como el sol mismo, era la flor de cempasuchil, la flor de veinte pétalos, que había reconocido a su amado Huitzilin, el cual había tomado forma de colibrí para poder visitarla.

La leyenda dice que mientras exista la flor de cempasúchil y haya colibríes en los campos, el amor de Huitzilin y Xóchitl perdurará por siempre.

da clic