¿Como fue la batalla de las Cumbres de Acultzingo? Hoy se cumplen 163 años

Imagen ¿Como fue la batalla de las Cumbres de Acultzingo? Hoy se cumplen 163 años

Por: Marcelo Bermúdez

El 28 de abril de 1862, en un estrecho paso montañoso del oriente mexicano, tuvo lugar una de las batallas más importantes —aunque menos conocidas— de la Segunda Intervención Francesa en México: la Batalla de las Cumbres de Acultzingo. Este enfrentamiento, aunque breve, fue clave en el desarrollo de los acontecimientos que culminarían una semana después con la célebre Batalla de Puebla del 5 de mayo.

El Contexto Internacional y Nacional

A mediados del siglo XIX, México atravesaba una profunda crisis económica y política. Tras años de guerras internas y conflictos internacionales, el país se encontraba prácticamente en bancarrota. En 1861, el presidente Benito Juárez decretó la suspensión temporal del pago de la deuda externa, lo que motivó a Francia, Inglaterra y España a enviar fuerzas navales y militares a México para exigir el cumplimiento de los compromisos financieros.

Si bien Inglaterra y España negociaron y se retiraron, Francia, bajo el emperador Napoleón III, tenía aspiraciones más profundas: establecer una monarquía favorable a sus intereses en América. Así, en 1862 comenzó la intervención militar formal, con el ejército francés desembarcando en Veracruz y avanzando hacia el centro del país.

Ignacio Zaragoza y la Defensa Nacional

En respuesta, el gobierno mexicano organizó la defensa nacional. El general Ignacio Zaragoza, un militar joven pero experimentado, fue nombrado comandante del Ejército de Oriente. Zaragoza se trasladó a Puebla, organizando una línea de defensa frente al avance francés.

Consciente de la superioridad del ejército invasor —bien entrenado, armado con moderna artillería y compuesto por soldados profesionales—, Zaragoza optó por una estrategia defensiva. Decidió hacer frente a los franceses en un punto montañoso y estrecho: las Cumbres de Acultzingo, ubicadas entre Orizaba y Puebla, en el actual estado de Veracruz.

La Batalla

El 28 de abril, las tropas francesas, comandadas por el general Charles Ferdinand de Lorencez, llegaron al paso de montaña donde las fuerzas mexicanas habían tomado posiciones defensivas. Zaragoza había dispuesto a sus hombres en las alturas, aprovechando el terreno escarpado para intentar frenar el avance enemigo.

La batalla se libró durante varias horas. Los franceses, con su artillería pesada y disciplina táctica, lograron abrirse paso, obligando a los mexicanos a replegarse. Aunque fue una victoria táctica para Francia, los mexicanos no fueron derrotados completamente ni perseguidos agresivamente: Zaragoza organizó una retirada ordenada hacia Puebla, preservando a su ejército para un enfrentamiento mayor.

Las Consecuencias

Pese a haber cedido el paso en Acultzingo, Zaragoza había logrado su objetivo estratégico: retrasar el avance francés y ganar tiempo para reforzar la defensa de Puebla. Allí, apenas una semana después, el 5 de mayo de 1862, el mismo ejército mexicano —ahora más organizado y fortalecido— lograría una de las victorias más importantes de la historia nacional: la Batalla de Puebla, donde se derrotó a los franceses y se frenó temporalmente la invasión.

Epílogo

La Batalla de las Cumbres de Acultzingo, aunque opacada por los eventos del 5 de mayo, fue fundamental en la campaña. Fue un ejemplo de cómo una retirada estratégica puede preparar el terreno para una victoria crucial. También mostró la inteligencia militar de Zaragoza, quien supo reconocer cuándo pelear y cuándo retirarse para conservar fuerzas.

Hoy, las cumbres de Acultzingo son un recordatorio silencioso de ese capítulo crucial en la defensa de la soberanía mexicana.

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