Por: Edgar Ruiz
Debido a la contingencia por el Covid-19, fue suspendida la ancestral celebración de las Cruces de Mayo en la ciudad y Puerto de Alvarado, Veracruz, más no así el de adornar los frentes y casas de sus habitantes para así preservar esta jarochísima tradición.
La manifestación más representativa del "ser jarocho" se vive en este mes y más el último fin de semana de mayo, en el que se desarrolla "La Gran Gala Jarocha" en Alvarado, con exposiciones de trajes, con la presentación de jaraneros y decimistas que visitan nuestro Puerto, así mismo el baile en la tarima, que taconean los sones más representativos del fandango jarocho, al ritmo del arpa, la jarana y el requinto y la muestra intangible que mostramos al mundo, el jarocho y la jarocha con sus mejores galas para recibir al visitante a las Cruces de mayo.
Las cruces de mayo consisten en una cúpula de dos metros de diámetro con diversos arabescos de alambres cubiertos con bullones de papel crepé y adornado con flores diversas; a ésta la sostienen cuatro pilares de dos y medio metros de altura e igualmente adornados como la cúpula, de cada uno de estos pilares hacia afuera, un arco con los mismos adornos y rematando el otro extremo en un macetón con flores, en el interior y bajo la cúpula se levanta una mesita y sobre ésta el baldaquín delicadamente revestido a semejanza de la cúpula, que viene a ser un expositor del Santísimo; todo esto adornado con flores mucho más pequeñas y del mismo color de las demás que adornan la cruz, las demás mesitas y taburetes se cubren con ricos manteles bordados y numerosas figurillas de porcelana y cerámica; en el centro interior del baldaquín, se coloca la Cruz santísima de alguna de las familias del barrio que levantó la Cruz.
Lamentablemente este año no se llevará a efecto esta bella tradición donde los alvaradeños mostramos con orgullo el ser jarochos, pero no se perdió del todo, pues las familias en sus casas adornaron su cruz, prepararon la típica agua de horchata aromatizada con la flor de súchil y escucharon sones jarochos, esperando que esta pandemia pase pronto y salgamos airosos y para el año entrante celebrarlas a lo grande como solo el alvaradeño sabe imprimir sabor y color a sus fiestas.