¡Vivan los poetas! A 77 años de la muerte de Miguel Hernández

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Por: Redacción xeu

* A 77 años de su muerte, Miguel Hernández sigue presente en la memoria de Iberoamérica por su gran trabajo poético

A 77 años de haber fallecido, Miguel Hernández Gilabert, es recordado por la extrema sensibilidad que plasmó en cada uno de sus poemas, esos que muchos consideraron que venían de su alma como "Nanas de la cebolla”, "Cancionero y romancero de ausencias" y "El niño de la noche", por mencionar algunos.

El que fuera autodidacta no le impidió escribir y se sublimó a la negativa de su padre de asistir a una institución educativa, pero fue en la escuela de la vida en donde él educó su pensamiento que dio origen a obras que se recuerdan y disfrutan a lo largo del tiempo.

Ya en su adolescencia vieron la luz sus primeros poemas, luego de conocer a los clásicos de la época que lo impactaron y le abrieron el hambre para devorar libro tras libro que pusiera en sus manos un sacerdote del pueblo.

Años más adelante su enorme capacidad literaria le permitía ya calcular la métrica, el ritmo y la rima de cada uno de sus trabajos, que hoy, quienes tienen oportunidad de leerlo se sienten subyugados por su belleza.

El 28 de marzo de 1942, la muerte, con su más trágico rostro, sorprendió a Miguel Hernández Gilabert, poeta de largo aliento, quien había nacido el 30 de octubre de 1910.

Para el también poeta mexicano José María Espinasa, “Nanas de la cebolla” está entre su más grandes, sentidos y penetrantes poemas.

"La cebolla es escarcha cerrada y pobre:

Escarcha de tus días y de mis noches:

Hambre y cebolla:

hielo negro y escarcha grande y redonda.

En la cuna del hambre mi niño estaba.

Con sangre de cebolla se amamantaba".

Es parte de un poema que incluso desgrana Serrat, con sentimiento.

Ese texto, recordó Espinasa en entrevista con Notimex, Miguel Hernández lo escribió en la cárcel franquista de Alicante, donde fue confinado por la barbarie del fascismo de esos años.

Poeta y dramaturgo, Miguel Hernández fue condenado a morir a manos de sus captores, a pesar de la tuberculosis que lo aquejaba siendo un hombre de 31 años.

“Debido a que sus libros hoy son difíciles de hallar, su obra está en la mente de muchas personas de habla hispana”, dijo el crítico literario y editor Geney Beltrán Félix.

Mencionó que el escritor español no es sino un ejemplo del valor, el talento y el coraje para ver la belleza aún en las peores circunstancias. “Su carrera se vio truncada y sin embargo, alcanzó a crear una obra hermosa”.

Miguel Hernández Gilabert, coincidieron Espinasa y Beltrán Félix, desarrolló una poesía pocas veces conocida. Sin haber estudiado en las aulas lo suficiente para hacerse de un lenguaje amplio y florido, supo aprender de la vida, de sus amigos y mayores que lo rodearon en su infancia y juventud.

Nacido en cuna humilde, en su camino encontró libros que lo remitieron a los grandes de la poesía clásica española, y debido a que en Madrid colaboró en algunas publicaciones, tuvo la oportunidad de conocer a los poetas de entonces, con quienes mantuvo estrecha relación en torno a las letras, dijeron los entrevistados.

Los poemas “El silbo vulnerado” e “Imagen de tu huella”, y el más conocido “El rayo que no cesa” (1936), forman parte de los imprescindibles textos que las nuevas generaciones deben conocer si desean adentrarse en una obra clara y diáfana, sensible y bien armada, abundó en sus declaraciones Espinasa.

En plena Guerra Civil Española, escribió “Viento del pueblo” (1937) y “El hombre acecha” (1938) de tal forma en su redacción que pronto se le acreditó la acuñación de un nuevo género literario dentro de la poesía, “el de guerra”. Y con ese tono, encarcelado, entregó a mundo “Cancionero y romancero de ausencias” (1938-1941).

Geney Beltrán dijo que esta es una buena oportunidad para releer a Miguel Hernández, porque en su poesía se localiza y es visible el espíritu de un hombre que en la adversidad supo amar a la vida. “En lo personal, volveré a visitar sus poemas, siempre emotivos”.

Finalmente, Espinasa aconsejó acercarse al poeta referido con el ánimo de conocer la esencia humana, “porque en sus textos están las virtudes, los valores y los anhelos del ser humano, que son los mismos de toda la vida en todas las culturas del mundo, pero dichos de otra manera, hermosa”.

 

Fuente y foto: Notimex/eap

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