Opinión

Votar con autonomía para castigar la mentira

Por Ignacio Ruelas Olvera

La mentira política tiende a normar, en tanto, que va decidiendo acciones


Estamos a 2 de marzo, mes importante de un compromiso político, veámoslo desde esta perspectiva: la mentira política tiende a normar, en tanto, que va decidiendo acciones, digamos que la mentira política es un espectro valorativo que nace en nuestra cabeza, en el intelecto, el mentiroso pretende que su interlocutor tenga una creencia falsa o diferente, pero en política ocurren cosas inimaginables.

Por ejemplo, el político mentiroso, por supuesto que quiere que sus auditorios cambien de forma de creer, su objetivo es que esos auditorios, sus interlocutores pierdan la percepción de la realidad, ese es el gran enigma de la enajenación política. 

Por tanto, una mentira política está y se ubica en el ámbito público, es decir, los asuntos que le afectan a la sociedad, a las personas, a las y los ciudadanos. Podemos decir, por ejemplo, que el sol saldrá a las 0 horas con 27 minutos, evidentemente estamos diciendo una mentira, pero no es una mentira política.

La mentira política es una forma mucho muy especial de mentir debido a la peculiaridad del uso que hacemos del lenguaje en la política y a la función que desempeña en las discusiones de la política, es decir, socavan diversas condiciones de la inteligencia necesarias para la discusión imparcial de los desacuerdos sociales y poder llegar a un acuerdo, y mediante la mentira cada día se convierte en un viacrucis imposible de caminar.

En la discusión política democrática que no está exenta, es un tema relevante y sobre todo vigente, sin embargo, este 2 de junio llegó el momento en que las y los electores digan ¡ya basta!

Hoy es 2 de marzo. En marzo tendríamos un sistema de salud igual al de Dinamarca, mejor que el de Dinamarca, el mejor del mundo, es una cita los tres adjetivos, y lo tendríamos en marzo de 2024.

Es dos de marzo y los hospitales públicos son verdaderamente una depresión a la solidaridad y un impacto humano de lo infrahumano en el que son atendidos los enfermos. El Estado debe de garantizar la salud de las y los mexicanos, porque está acometido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como un derecho humano, es algo a lo que todas y todos merecemos por el solo hecho de tener nuestra nacionalidad.

El sistema de salud no llegó, pero a ello hay que aunarle un sinfín de mentiras que se han ido acumulando a lo largo de todas las alboradas que padecemos todos los días de nuestra existencia y de nuestra mexicanidad. 

El 2 de junio es el día clave para con autonomía y libertad, castigar el incumplimiento, castigar la mentira y votar con autonomía y libertad por la opción que usted, que usted o que usted tenga. Exija buena información, exija qué, cómo, dónde y exija que sean políticas públicas y no ocurrencias.

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