Opinión

Kakistocracia

Por Claudia Viveros Lorenzo

El concepto se enfoca básicamente en el bajo rendimiento que presta el representante político, dentro de las reformas sociales y culturales


En redes sociales hace unos días me topé con un “meme” que hacía referencia a la “Ineptocracia”. Rapidamente busqué si realmente el término figuraba en el diccionario de la Real Academia de la Lengua española y no, todavía no es reconocido. Luego me enteré que el termino se le acuñe al filósofo francés Jean D´Omesson (1925- 2017), con el cual se ha referido a sistemas de gobierno, predominantes a democracias occidentales, me parece realmente importante citarlo de forma completa: “Un sistema de gobierno en el que los menos preparados para gobernar son elegidos por los menos preparados para producir, y los menos preparados para procurarse su sustento son regalados con bienes y servicios pagados con los impuestos confiscatorios sobre el trabajo y riqueza de unos productores en número descendente, y todo ello promovido por una izquierda populista y demagoga que predica teorías, que sabe que han fracasado allí donde se han aplicado, a unas personas que sabe que son idiotas.”.

El hecho es que existe, pues fíjese, que la palabra también, intenta definir el conjunto de movimientos populares que busca poner en el poder personas que no poseen las cualidades necesarias para poder gobernar a un grupo de manera satisfactoria. El concepto se enfoca básicamente en el bajo rendimiento que presta el representante político, dentro de las reformas sociales y culturales, así como el desconocimiento de las características esenciales de las mismas. De igual forma, los críticos buscan tocar también puntos como los seguidores que predican y viven con esta ideología, que a la larga les proporcionará distintos beneficios, provenientes de los ciudadanos que siembran esfuerzos dentro de una sociedad decadente. Le suena conocido o se acerca a alguna realidad vivida. Es triste, pero por desgracia, estamos nadando en ineptocracia, la pregunta es, ¿hasta cuando seguiremos en ella?, ¿cuándo nos llegará el hartazgo?, ¿qué nos hace falta para de una vez por todos tomar valor y salir de esto?

Nos quejamos bajito, pero seguimos aguantando, y de una u otra forma, siendo parte de ella, porque nos guste o no, al no hacer nada, formamos parte.

Desmotiva en todas las dimensiones, desiluciona, deprime y hace que creamos que todo está perdido, aunque no es así. Yo sé que hay muchos que estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo, sin dejar de intentar el cambio, proponiendo y también, siendo aplastados una y otra vez, por aquellos, que se disfrazan y maquillan de “adecuados” pero que lo único que logran ser son, o maniquíes o ejecutantes maquiavélicos de un poder que obstentan solo a conveniencia a costa de las

ilusiones de otros, que quizá por fata de criterio, información o por que de plano fue lo que se les hizó convenientemente fácil los pusieron donde están.

Vivir gobernados por ineptos, nos trae consecuencias cada vez más crueles y duras, la realidad se vuelve una pesadilla, nos instalamos en el “mundo del revés”, porque no solo puede encerrarse en el acto de gobernar, la ineptocracia se ve en todas las dimensiones, sociales, económicas, acádemicas, etc. ¿Podremos seguir confiando? ¿Seguiremos instalados en la indiferencia? ¿Nos seguimos aventando las responsabilidades? Nos enrumbamos a la Kakistocracia gobierno formado por los más incompetentes, los menos calificados y los más cínicos de un determinado grupo social, eso sería una verdadera película de terror, sobre todo porque ya estar en las manos de un cínico y no hacer nada, con la pena, nos convierte en cínicos también y entonces creo, ya no hay marcha atrás. Se lo dejo a la reflexión.

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