El médico Veterinario Zootecnista Amílcar José Mesa Rodríguez, presidente de la asociación de cuidado y rescate animal El ARCA, alertó sobre los graves daños físicos y emocionales que la quema de pirotecnia provoca en mascotas, principalmente perros y gatos, durante celebraciones y festividades.
El activista explicó que un estallido de pirotecnia puede alcanzar entre 120 y 190 decibeles, mientras que los perros y gatos perciben sonidos de entre 65 y 85 decibeles, rango a partir del cual comienza el daño auditivo severo. En comparación, los humanos empiezan a sufrir afectaciones desde los 70 a 75 decibeles, lo que demuestra que el impacto en los animales es aún mayor.
“La membrana del oído de las mascotas corre el riesgo de romperse, lo que les provoca un dolor intenso y lesiones que pueden ser más agresivas de lo que la gente imagina”, señaló Mesa Rodríguez.
Añadió que el ruido extremo somete a los animales a estados de estrés, miedo y desesperación, provocando aumento de la frecuencia respiratoria y cardiaca, condiciones que pueden derivar incluso en la muerte.
El presidente de El ARCA desmintió la creencia de que las mascotas “no mueren por la pirotecnia”, al subrayar que el daño auditivo y el impacto en el organismo generan consecuencias que muchas veces no son visibles de inmediato.
Cifras citadas por la asociación indican que el 79% de los animales viven estrés y ansiedad durante estas fechas, mientras que el 26% presenta lesiones que van de leves a graves, además de accidentes derivados del pánico, como golpes, caídas o intentos de escape.
Otro riesgo poco considerado es la contaminación, ya que los residuos de la pirotecnia contienen sustancias químicas tóxicas; Mesa Rodríguez advirtió que hasta tres días después de las celebraciones se han encontrado animales muertos por ingesta de restos contaminados.
Asimismo, destacó que durante estas temporadas aumenta el número de mascotas extraviadas, ya que el miedo extremo las lleva a huir de sus hogares en busca de protección.
Algunas razas, como los chihuahuas, así como los gatos, son especialmente vulnerables debido a su sensibilidad auditiva y hábitos nocturnos.
Entre las recomendaciones, el activista sugirió habilitar un espacio cerrado y aislado del ruido, como un baño o recámara sin ventanas abiertas, así como el uso de protectores auditivos especiales para mascotas, disponibles en ferreterías, que ayudan a reducir el impacto de los decibeles.
Finalmente, Mesa Rodríguez hizo un llamado a la conciencia social: “Si no lo hacen por las mascotas, háganlo por ustedes mismos”, recordando que la pirotecnia también puede reventar la membrana timpánica en personas, especialmente en niñas y niños.
“Esto es un tema de cultura y responsabilidad. Lo que permitimos hoy es lo que estamos enseñando a nuestros hijos”, concluyó.