El influencer y podcaster Andrew Tate perdió su debut profesional en el boxeo tras caer por decisión ante el ex participante de reality show Chase DeMoor, en un combate por el título de Misfits Boxing disputado en Dubái.
Tate, abandonó el ring visiblemente golpeado, con sangre y moretones, sin lograr el cinturón.
La pelea se realizó bajo el sello de Misfits Boxing, liga fundada por el creador de contenido KSI, organización en la que Tate anunció en octubre pasado que asumiría un rol directivo.
El combate se dio en medio de la polémica que rodea al influencer, quien ha sido duramente criticado por difundir discursos racistas, homofóbicos y misóginos en redes sociales, donde cuenta con una amplia audiencia, principalmente de jóvenes.
Además, Tate enfrenta procesos legales en Rumania, donde autoridades lo acusan de trata de personas, y junto con su hermano Tristan enfrenta más de 20 cargos por violación y tráfico de personas en el Reino Unido, acusaciones que ambos han negado.
Controversia legal
El primer ministro británico Keir Starmer enfrenta crecientes presiones para gestionar la extradición del influencer Andrew Tate al Reino Unido, donde enfrenta 21 cargos penales, entre ellos violación, agresión sexual, trata de personas y control de la prostitución.
Tate, de 39 años y conocido por promover discursos misóginos, volvió recientemente a la atención pública tras perder un combate de boxeo en Dubái frente al estadounidense Chase DeMoor. Su presencia en Emiratos Árabes Unidos reactivó llamados para que las autoridades británicas soliciten su detención y extradición.
La Policía de Bedfordshire cuenta con una orden de arresto europea contra Andrew Tate y su hermano Tristan, aunque previamente acordó permitir que concluyan procesos judiciales en Rumania, donde ambos son investigados por violación y trata de personas. Además, Tate enfrenta en Reino Unido una demanda civil interpuesta por cuatro mujeres que lo acusan de agresión y violación.
Diversas figuras políticas y legales han instado al gobierno británico a actuar. La secretaria de Exteriores en la sombra, Priti Patel, sostuvo que es momento de que los hermanos Tate enfrenten la justicia en su país. En el mismo sentido, la diputada laborista Emily Darlington calificó como “una afrenta a la justicia” que puedan viajar libremente mientras las presuntas víctimas siguen bajo hostigamiento.
Por su parte, Matt Jury, abogado de las demandantes civiles, afirmó que el gobierno tiene una oportunidad clave para lograr la detención de Tate en Dubái y subrayó que permitir su extradición enviaría un mensaje claro sobre las consecuencias de la violencia sexual y la misoginia.
