El anuncio de Spotify sobre su suscripción más cara y con audio Hi-Fi, una función que competidores como Apple Music ya ofrecen desde hace años, llega en un momento clave: el regreso de los formatos físicos, especialmente el Compact Disc, impulsado por consumidores jóvenes que buscan mejor calidad de sonido y una sensación más tangible de propiedad musical.
Durante años, el streaming pareció sentenciar la muerte de los discos. Sin embargo, las cifras muestran lo contrario. Las ventas de CD crecieron 2% en 2023, su primer aumento en dos décadas, según The Guardian. En la primera mitad de 2024, el Reino Unido registró 68,69 millones de euros en ventas de CD, un incremento del 3,2% respecto al año anterior. Y aunque se asocian con generaciones mayores, un estudio de Key Production revela que la generación Z consume más vinilos, CD y casetes que cualquier otro grupo de edad.
Este resurgimiento también está impulsado por artistas de gran arrastre. Universal Music Group reportó un aumento del 14,4% en ingresos por ventas físicas en el segundo trimestre de 2024, en gran parte gracias al nuevo álbum de Taylor Swift, The Tortured Poets Department, que ya suma nueve versiones en CD y 19 si se incluyen los vinilos.
El fenómeno convive con la fortaleza del vinilo: la RIAA reportó 43 millones de discos vendidos el año pasado, seis millones más que los CD. La nostalgia, el coleccionismo y la búsqueda de mejor calidad sonora explican este interés, junto con el auge de tocadiscos modernos con Bluetooth y tecnologías de audio avanzadas.
A pesar del regreso del físico, el streaming mantiene su liderazgo. Durante la primera mitad del año, las suscripciones crecieron 9,6% y los ingresos por streaming con publicidad aumentaron 2,5%, según Music Week. Incluso plataformas como TikTok están entrando al mercado musical digital.
En este escenario mixto, el Hi-Fi de Spotify busca recuperar terreno entre usuarios que, aunque siguen usando plataformas de streaming, encuentran en los discos una experiencia más completa y personal, creando un equilibrio inesperado entre lo digital y lo físico.
Fuente: The Black List Store/Omicrono
