La Secretaría de Economía reconoció que México arrastra un rezago persistente en materia de productividad, el cual no ha logrado revertirse pese al dinamismo exportador y al reciente incremento de los salarios, lo que ha limitado el desempeño de la economía nacional.
En el Programa Sectorial 2025-2030, la dependencia señala que la baja productividad se ha convertido en un factor crítico que frena el desarrollo, al propiciar la permanencia de empleos de bajos ingresos, una estructura industrial poco sofisticada y una débil capacidad fiscal para sostener políticas públicas de largo plazo.
Ante este panorama, el plan gubernamental propone reorientar la relocalización de empresas hacia actividades estratégicas, fortalecer el contenido nacional de las cadenas productivas con un papel central para las micro, pequeñas y medianas empresas, ampliar la base de mercados de exportación y estimular la innovación y la competencia dentro del país.
La Secretaría atribuye este estancamiento a causas estructurales, entre ellas la insuficiente inversión en ciencia, tecnología e innovación. Como reflejo de ello, México se ubicó en 2024 en la posición 56 del Índice Global de Innovación y en el lugar 80 en creación de conocimiento, además de que más de nueve de cada diez patentes registradas en el país corresponden a solicitantes extranjeros.
El documento también advierte sobre la elevada dependencia del mercado de Estados Unidos, destino de más del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas, situación que representa un riesgo macroeconómico y refuerza la necesidad de diversificar los destinos comerciales como una prioridad estratégica.
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