Este lunes fue hallado sin vida Bernardo Bravo Manrique, presidente de la Asociación de Agricultores del Valle de Apatzingán y uno de los principales líderes limoneros de la región. El cuerpo, que presentaba signos evidentes de violencia, fue localizado a un costado de la carretera Apatzingán–Presa del Rosario, en plena zona de Tierra Caliente, donde operan diversos grupos del crimen organizado, reportó el periodista Rafael Tena.
En entrevista para XEU, señaló que Bravo Manrique era una figura clave en la producción de limón en el estado y un férreo denunciante de las extorsiones que sufren los agricultores por parte de la delincuencia organizada.
Su última aparición pública fue el pasado 13 de octubre, durante una manifestación nacional en la que productores exigieron precios justos y mejores condiciones para el campo.
En ese contexto, los limoneros de Apatzingán tiraron su producto en las calles de Morelia como protesta contra el cobro de piso y los abusos que enfrentan en cada etapa de producción y distribución.
“El asesinato de Bernardo es un golpe durísimo para los agricultores. Era un líder valiente que no se quedaba callado, a pesar de las amenazas. Ni con cuatro escoltas logró salvarse. Eso refleja el nivel de impunidad y poder que tienen los criminales en Tierra Caliente”, añadió.
La muerte de Bravo Manrique ha causado consternación entre los productores agrícolas del estado, quienes lo consideraban una voz comprometida con la defensa del gremio. Su asesinato se suma a una larga lista de agresiones contra líderes rurales que denuncian la extorsión sistemática por parte de grupos armados.
“La Tierra Caliente sigue siendo una zona peligrosa para los productores. Tienen que pagar por sembrar, por empacar, por transportar. En cada paso hay que darle dinero a los delincuentes. Y cuando alzan la voz, como lo hizo Bernardo, los matan”, indicó.