El Senado de la República anunció este martes 13 de mayo que estaba en contra del plan fiscal, con una lista de prioridades para obtener nuevos ingresos, que los legisladores republicanos del Comité de Recursos y Arbitrios de la Cámara de Representantes de Estados Unidos presentaron un día antes, en la que se incluyó un impuesto especial del 5 por ciento al envío de remesas a personas en el extranjero.
A través de un comunicado, la Cámara Alta escribió: "Desde el Senado de la República, haciendo uso de las facultades en Política Exterior conferidas en el Artículo 76 de la Constitución, expresamos nuestro desacuerdo con la iniciativa promovida por el republicano Jason Smith en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, en el marco del proyecto denominado The One, Big, Beautiful Bill en el que, entre otras medidas, se busca imponer un impuesto del 5% sobre el monto de las remesas que envían las y los migrantes.
"Es relevante destacar que, en Estados Unidos, todos los trabajadores, más allá de su estatus migratorio, pagan de manera cotidiana sus impuestos, por lo que esta medida supondría una injusta doble tributación sobre ese 20% del ingreso laboral de los trabajadores migrantes que, reiteramos, ya tributado, abandona el país. Estos impuestos, además, no se traducen en un gasto social para el grupo poblacional que los genera, en muchos casos imposibilitado para acceder a las políticas sociales. El 80% restante, es decir, la mayoría de sus ingresos se queda en la economía estadounidense, mejorando el bienestar de quienes allí viven", agrega.
Asimismo, los legisladores hacen "un llamado a la mesura ante esta propuesta, ya que proyecciones técnicas realizadas demuestran que la imposición de un impuesto o arancel a las remesas solo desincentivaría el uso de las vías regulares y formales, orillando a muchos migrantes a buscar alternativas fuera del sistema financiero para enviar dinero a sus familias".
"Desde el Senado, sostenemos que las remesas son fruto del esfuerzo de quienes, a través de su trabajo honesto, fortalecen no solo a la economía mexicana, sino también a la de Estados Unidos, por lo que consideramos esta medida como arbitraria e injusta, y hacemos un llamado al legislativo estadounidense a reconsiderar reflexivamente esta propuesta, que dañaría la economía de ambas naciones. Y que, además, es contraria al espíritu de libertad económica que dice defender el Gobierno de Estados Unidos, y que permea en los acuerdos sobre libre comercio de América del Norte", agrega el texto.
Finalmente, los senadores indican que "desde nuestro punto de vista, las relaciones entre pueblos hermanos se fortalecen desde el diálogo y el entendimiento mutuo, tendiendo puentes, y no levantando muros ni barreras económicas".