“O hacemos justicia o somos cómplices de los despojos que le han hecho a campesinos en contra del bien público y a favor del bien privado, de las miles de hectáreas que compraron en centavos para ayudar a los cuerpos de seguridad... No es una amenaza”, afirmó el gobernador de Puebla Alejandro Armenta Mier, luego de que amenazara con expropiar tierras a particulares para edificar casas para policías, durante un evento oficial.
En entrevista con Danielle Dithurbide, el mandatario poblano argumentó que “en 1990 expropiaron más de 10 000 hectáreas en la zona de Angelópolis a campesinos, le arrebataron, el poder coludido con empresarios inmobiliarios a campesinos de Puebla, de Cuautlancingo, de Coronango y les dieron centavos que después vendieron en dólares para edificar todas las viviendas… Se hicieron los negocios más grandes en la historia de Puebla”, acusó.
Luego de que las formas en que realizó sus declaraciones informando que expropiaría hectáreas a Grupo Proyecta, propiedad de Alejandro, Rafael y Gabriel Posada Cueto, de no cedérselas, dijo: “Necesitamos polígonos de tierra para edificar casas, les pedí dos hectáreas, de miles que el poder les entregó arrebatándose a los hijos de campesino. No es una amenaza, insisto, es una convocatoria”, aseguró.
“¿No se merecen los elementos de seguridad que dan su vida por proteger a los empresarios y a los ciudadanos una vivienda digna, no se la merecen. Es correcto expropiar y quitarle las tierras… Nadie dice nada… Como se trata de empresarios…”, criticó y consideró que debe conocerse “la verdadera historia”.
Y agregó: “La ley te permite un proceso de expropiación. Les estoy solicitando respetuosamente, con cariño, que nos ayuden a hacerle justicia a los cuerpos de seguridad. ¿Dónde está la amenaza? Es una indicación. Ahora, si ellos después de que se han enriquecido, beneficiado legítimamente en términos de su negocio y no moralmente, porque es inmoral quitarle la tierra en centavos por expropiación a campesinos y productores para dárselas a los a los grupos inmobiliarios ¿Qué moralmente puede ser quitarle la tierra a un campesino para dársela a una empresa inmobiliaria?”, cuestionó.
Con Danielle Dithurbide/ doh