En Brdy, al sur de Praga, una familia de castores europeos (Castor fiber) logró restaurar un humedal degradado, cumpliendo un proyecto que el gobierno había planeado desde 2018 pero que se retrasó por burocracia y costos.
A inicios de 2025, una familia de castores llegó al área y construyó una serie de diques exactamente en los sitios donde el gobierno había planeado intervenir. Utilizando madera, lodo y piedras, los animales ralentizaron el flujo del agua, anegaron nuevamente el valle y reactivaron el humedal perdido. Según la Agencia de Conservación de la Naturaleza de República Checa, este trabajo espontáneo generó beneficios equivalentes a 30 millones de coronas checas —unos 1.2 millones de dólares— que el Estado ya no tuvo que invertir en infraestructura.
Expertos destacan que los castores actúan como “ingenieros ecosistémicos”, mejorando la biodiversidad, filtrando sedimentos y mitigando inundaciones y sequías. Con una población creciente de unos 15 mil ejemplares en el país, los especialistas consideran que la convivencia con la colonia de Brdy será sostenible, ya que está lejos de zonas agrícolas.
Bohumil Fišer, director del Área Protegida de Brdy, concluye: “Los castores hicieron el trabajo sin planos ni contratistas, y lograron en días lo que llevábamos años intentando iniciar”.
Fuente: National Geographics
