Complicado dar abrazos cuando te tienen con los brazos levantados en acto de violencia: Obispo de Orizaba

Imagen Complicado dar abrazos cuando te tienen con los brazos levantados en acto de violencia: Obispo de Orizaba

Por: José Antonio Coto

El Obispo de Orizaba,  Monseñor Eduardo Cervantes Merino, relató cómo fue el asalto del que fue víctima él y otros dos sacerdotes en un tramo carretero de Puebla, algo que, afirmó, no fue un “incidente”, sino que es una situación “dolorosa y triste” que padece la comunidad.

Además, expresó que resulta complicado dar abrazos "cuando te tienen con los brazos levantados en un acto de violencia", "no puedes bajar los brazos en ese momento para el abrazo”, agregó.

Por lo ocurrido, consideró que falta organización, así como estrategias adecuadas para garantizar la seguridad de las personas:

“Lo que nos hace falta es una organización seria, lo que está faltando es que hagan su tarea; me parece, por lo que se escucha y nos tocó vivir, que necesitan estrategias más adecuadas para la seguridad”, dijo.

El líder religioso relató que "esa tarde que veníamos bajando de la autopista, veníamos después de haber pasado la caseta de Esperanza, y que nos sucedió esto que algunos llaman, en lenguaje ordinario, un incidente más. Creo que no fue un incidente, son situaciones dolorosas y tristes que padece, de modo casi ordinario, nuestra comunidad, y ahora me tocó a mí”.

Eduardo Cervantes dijo que tanto él como el Padre Gil y el Padre Jafet se encuentran bien.

Respecto a cómo ocurrieron los hechos, narró: “Sucedió que veníamos en la carretera, bajando después de Esperanza hacia la parte de las cumbres, la niebla puede estar o no. Esta vez sí estaba”.

“Íbamos detrás de un tráiler, se empieza a hacer más lento el movimiento de los vehículos. Nos detienen, ahí estamos unos de 3 a 5 minutos, cuando vemos que en el carril de acotamiento viene una familia de reversa pidiendo dejar pasar, y de entre la familia una persona diciéndonos: ‘Cuidado, un falso retén. Están asaltando’”, agregó.

El Obispo de Orizaba abundó: “se deja venir un grupo de personas armadas y no nos dieron opción. Con palabras agresivas solicitándonos nuestras pertenencias. Pedían los celulares y la cartera, y al momento de darlo, también que si el reloj, que si el anillo pastoral que todos los obispos traermo”.

Señaló que tras lo ocurrido no han interpuesto ninguna denuncia formal “ni nada”, “porque somos parte del pueblo. El obispo y los sacerdotes somos parte de la comunidad”.

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