En una revelación sin precedentes, Yossi Cohen, antiguo director del Mossad, declaró públicamente que Israel ha implantado una red mundial de sabotaje y espionaje mediante equipos electrónicos "manipulados y saboteados". Estas declaraciones, realizadas durante una entrevista en el podcast The Brink, confirman las sospechas que desde hace años mantienen gobiernos y expertos en ciberseguridad.
Cohen reveló los orígenes de este sistema durante su etapa en la División de Operaciones Especiales del Mossad (2002-2004), donde desarrolló el llamado "método del buscapersonas". La técnica consistió inicialmente en manipular equipos de comunicación de Hezbolá —específicamente buscapersonas o beepers— para convertirlos en dispositivos de vigilancia remota o artefactos explosivos.
"¿Saben cuántos equipos intervenidos tenemos en estos países? No solo saboteados, sino manipulados para espiar... en todos los países que puedan imaginar", afirmó el exespía durante la entrevista con Jake Wallis Simons, editor del Jewish Chronicle.
Esta declaración sugiere la existencia de un programa de vigilancia y sabotaje de alcance mundial, que utilizaría tecnología como un "caballo de Troya" integrado en equipos de uso cotidiano.
Según Cohen, esta estrategia se perfeccionó durante la Segunda Guerra del Líbano en 2006 y posteriormente se expandió a escala global. El principio es simple pero efectivo: infiltrarse en las cadenas de suministro de equipos tecnáticos para modificar su funcionamiento, ya sea para recopilar inteligencia o, en determinados casos, para causar daños físicos.
El exjefe de inteligencia admitió un grave error estratégico: el sistema de sabotaje no se implementó de manera significativa en Gaza. Calificó esta omisión como una "deficiencia crítica" que contribuyó a la ofensiva del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamás. Cohen aseguró que el Mossad había alertado repetidamente sobre esta vulnerabilidad, pero sus advertencias fueron ignoradas por el Shin Bet y el ejército israelí.
Las declaraciones de Cohen validan las advertencias de numerosos expertos sobre los riesgos que representa la tecnología israelí de vigilancia, frecuentemente comercializada a través de empresas con vínculos estrechos con el Mossad y la Unidad 8200. Leon Panetta, exdirector de la CIA, había calificado previamente estos métodos como actos de "terrorismo".
El mes pasado, el primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que "cualquier persona con un teléfono móvil posee 'un pedazo de Israel'", declaración interpretada como un reconocimiento implícito de esta red de espionaje global.
La entrevista plantea serias cuestiones sobre la legalidad y escala de estas operaciones, confirmando que las sospechas sobre el uso de tecnología como caballo de Troya por parte de Israel estaban bien fundamentadas.
Fuente: Jewish News Syndicate (JNS)