Al menos seis personas resultaron heridas este jueves en una intensa campaña de bombardeos israelíes contra el sur del Líbano, donde "decenas" de misiles alcanzaron objetivos como una cementera supuestamente utilizada por el grupo chií Hizbulá, informaron diversas fuentes.
Los ataques hirieron a al menos cinco personas en la localidad de Ansar y a otra en la zona de Bnaafoul, alejada de la divisoria común, según un comunicado emitido por el Centro de Operaciones de Emergencia en el Ministerio de Sanidad, que avisó de que aún se trata de un balance "preliminar".
Según la Agencia Nacional de Noticias (ANN), los "violentos" bombardeos tuvieron como objetivo una serie de instalaciones de una compañía de cemento, entre otros, y provocaron explosiones que se pudieron escuchar por todo el sur del país.
"Los cazas atacantes dispararon decenas de misiles, algunos de los cuales causaron halos de luz sin precedentes durante las acciones. Las tremendas explosiones iluminaron el cielo en los pueblos de los alrededores y fueron visibles también desde lejos", apuntó el medio estatal.
El Ejército israelí confirmó la oleada en un comunicado y aseguró que estuvo dirigida contra infraestructura perteneciente a Hizbulá, así como de una organización a la que acusó de servir como tapadera para la reconstrucción de sus instalaciones.
Entre los objetivos de los ataques estuvieron unas instalaciones en las que se producía cemento, supuestamente para reconstruir posiciones del movimiento chií anteriormente destruidas por Israel, según la versión israelí.
Todo ello se produjo después de que este jueves el Estado judío ya perpetrara otra serie de acciones contra presuntos inmuebles subterráneos de Hizbulá que eran utilizados para el almacenamiento de armas en el Valle de la Bekaa, en el este del Líbano, y en la región meridional.
Israel ha continuado atacando el territorio libanés pese al alto el fuego alcanzado en noviembre de 2024, a menudo teniendo como objetivo a vehículos en los que asegura que viajan miembros de la formación armada o presuntas instalaciones pertenecientes al movimiento.
EFE