Las autoridades investigan unos "dispositivos explosivos improvisados" hallados tras el tiroteo de ayer en la iglesia mormona de Míchigan, Estados Unidos en el que murieron cuatro personas y fue abatido el tirador, y que ha sido calificado como un acto de violencia selectiva.
En una rueda de prensa este lunes, las fuerzas del orden indicaron que no quedan personas por contabilizar tras el incidente en la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Grand Blanc Township, donde había cientos de feligreses cuando ocurrió el tiroteo, seguido de un incendio.
El agente especial James Deir, del Buró federal de Alcohol, Tabaco y Explosivos, dijo que a la escena del crimen se ha desplazado un equipo especializado de gran prestigio que está estudiando unos "dispositivos explosivos improvisados", pero no precisó más detalles, como el número.
El agente interino del FBI Ruben Coleman dijo que en las últimas 24 horas, las autoridades han entrevistado a más de cien víctimas y testigos del incidente y están "agotando las pistas" para determinar el motivo del autor, Thomas Jacob Sanford, que murió en un enfrentamiento con dos agentes.
Según indicó la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, a la cadena Fox, el FBI cree que "se trataba de un individuo que odiaba a la gente con fe mormona", y agregó que su familia está cooperando con las autoridades que están registrando sus propiedades en busca de pistas.
El jefe de la Policía local, William Renye, declaró que "todo el mundo ha sido contabilizado y se está limpiando la iglesia" tras el "acto de violencia cruel", y además reveló que Sanford, de 40 años, no era un desconocido de las Justicia y ya había sido detenido con anterioridad.
Poco antes de la conferencia, trascendió en medios locales que había sido detenido un conductor que irrumpió con su vehículo en el recinto de seguridad en torno a la iglesia mormona, y que supuestamente portaba un arma, recoge CNN, algo que confirmó el jefe de la Policía.
Renye dijo que el conductor, de 21 años y no identificado, está en custodia y se está investigando si este segundo incidente está "relacionado" con el de ayer cometido por Sanford.
El jefe médico del hospital Henry Ford Genesys, Michael Danic, dijo que los ocho heridos que recibieron tienen edades entre 6 y 78 años de edad, y afirmó que entre los propios feligreses había varios médicos, que fueron heridos pero también atendieron a otras víctimas.
Cinco de esas personas estaban heridas de bala y uno de ellos está en condición crítica, y tres personas fueron ingresadas por inhalación de humo, de las cuales dos han sido dadas de alta y una está intubada, explicó.
Por su parte, la gobernadora de Míchigan, Gretchen Whitmer, demócrata, compareció también en el evento para prensa, en el que agradeció el trabajo de las fuerzas del orden y envió un mensaje de "precaución" sobre las "especulaciones" y pidió "rebajar la temperatura de la retórica".
Sanford chocó su automóvil contra la iglesia, tras lo cual abrió fuego y luego le prendió fuego, incidente que ocurrió alrededor de las 10:25 de la mañana. Siete minutos después, el tirador había sido neutralizado.
EFE