El viceministro de Relaciones Internacionales y Cooperación de Sudáfrica, Alvin Botes, sostuvo este viernes una “conversación cordial” con el subsecretario de Estado de EE.UU., Christopher Landau, para expresar la preocupación del Gobierno sudafricano ante el inicio del proceso estadounidense para acoger y reubicar en su territorio a presuntos refugiados procedentes del país africano.
Según informó en un comunicado el Ministerio sudafricano de Relaciones Internacionales y Cooperación, esta conversación se produjo “tras comunicaciones diplomáticas previas” que abordaron la posible acogida de refugiados afrikáners (sudafricanos blancos descendientes de colonos neerlandeses) en Estados Unidos.
Las relaciones diplomáticas entre ambos países se han tensado desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó el pasado febrero la suspensión de la ayuda económica a Sudáfrica, acusando a su Gobierno de “confiscar” tierras de la minoría afrikáner y por su postura crítica hacia Israel ante la Corte Internacional de Justicia.
Además, Trump emitió una orden ejecutiva que permite a los afrikáners que afirman sufrir “discriminación racial injusta” solicitar asilo en Estados Unidos.
Según indicó el Ministerio, el Ejecutivo sudafricano ha solicitado a Washington que aclare el estatus de las personas que saldrán del país, especificando si se trata de solicitantes de asilo, refugiados o ciudadanos ordinarios.
También ha pedido garantías de que esas personas hayan sido evaluadas por las autoridades nacionales para confirmar que no enfrentan causas penales, “entre otros aspectos”.
“Es profundamente lamentable que la posible reubicación de sudafricanos en Estados Unidos bajo la premisa de ser ‘refugiados’ parezca tener motivaciones políticas y busque poner en entredicho la democracia constitucional de Sudáfrica”, señaló en el comunicado.
El Ministerio recordó que Sudáfrica sufrió “una persecución real” bajo el régimen segreagacionista del ‘apartheid’ (1948-1994), a raíz del que, aseguró, el país “ha trabajado incansablemente para evitar que semejantes niveles de discriminación vuelvan a ocurrir”.
“Sudáfrica reconoce que la determinación del estatuto de refugiado requiere una evaluación objetiva de los hechos y circunstancias”, agregó, al considerar que las acusaciones de discriminación por parte de EE.UU. “carecen de fundamento”.
Aun así, el Gobierno sudafricano aclaró que no impedirá a sus ciudadanos abandonar el país si así lo desean, en ejercicio de su derecho a la libertad de movimiento.
“Sin embargo, es esencial garantizar que estas salidas se realicen en cumplimiento con la legislación y las normativas nacionales vigentes”, remarcó el Ministerio.
Fuente: EFE