El número de muertos en los ataques perpetrados entre el jueves y el viernes por hombres armados en varias comunidades del estado de Benue, en el centro-norte de Nigeria, se elevó a 55, según informó este sábado el gobernador estatal, Hycinth Alia.
Durante una visita a las zonas de la administración local de Logo y Ukum, las dos comunidades atacadas, Alia informó de que la recuperación de cuerpos continúa.
"Desde que comenzaron estos ataques, hemos estado recuperando cadáveres. Hoy la cifra ha aumentado a 27 en Logo. En Ukum, las fuerzas de seguridad han recuperado más de 28 cuerpos", informó Alia.
Previamente, la portavoz de la Policía estatal, Catherine Anene, había adelantado en un comunicado difundido a última hora del viernes que 17 personas habían muerto en los ataques, aunque resaltó que, en el momento de emitir el balance preliminar, las fuerzas de seguridad nigerianas seguían enfrentándose a los agresores mientras intentaban repeler la ofensiva.
El gobernador de Benue también agregó que algunas de las víctimas -entre las que se encuentran campesinos de estas comunidades- fueron enterradas de inmediato bajo protección de las fuerzas de seguridad.
Alia remarcó asimismo que Benue está atravesando una situación de seguridad “muy difícil” y pidió a los ciudadanos mantenerse en alerta.
"No hay espacio para que alguien duerma con los dos ojos cerrados. Esto es una guerra real. Conocemos a nuestros enemigos", expresó.
Por su parte, Jeremiah Paul, residente de Ukum, una de las zonas afectadas, declaró a EFE que los atacantes eran pastores armados de la etnia fulani y que la violencia fue completamente injustificada.
Asimismo, confirmó la recuperación de más cadáveres: "Sí, se han recuperado más cuerpos del monte. Unos 50 entre Logo y Ukum", dijo por teléfono.
Los pastores fulanis, principalmente musulmanes, suelen enfrentarse a comunidades de campesinos, mayoritariamente cristianas, por diferencias sobre el uso de la tierra, una situación agravada por la crisis climática que aumenta la presión sobre los recursos naturales disponibles.
El pasado fin de semana, al menos 53 personas murieron en un ataque también atribuido a pastores fulanis en el estado de Plateau, en el centro de Nigeria, una región sacudida por una ola de violencia, que dejó también más de medio centenar de muertos entre finales de marzo y principios de abril.
El estado de Pleateau se encuentra precisamente en la zona que divide el norte mayoritariamente musulmán y el sur mayoritariamente cristiano de Nigeria y durante años ha sufrido este tipo de choque, además de tensiones étnicas y religiosas.
Fuente EFE / Foto: Amnistía Internacional